CAPÍTULO
XXVII
WE
WILL NEVER FALL
Cuando
el híbrido se presentó, bajo aquella forma del Dragón Negro, el gemelo Jung
comprendió que este era un oponente poderoso. Solo eso podía explicar que la
desesperación de Tenshi lo haya arrastrado a conectarse nuevamente con este
poder. Después de todo, ambos saben cuán peligroso es el gen del dragón para el
propio híbrido. Quizá por eso el gemelo Jung tenía el presentimiento de que
esta transformación era justo lo que quería.
—
¡Mierda! — Maldijo entre dientes cuando, por si fuera poco, la herida en su
pecho doliera.
Después
de tantos y tantos años transcurridos, la herida que fuera ocasionada por la
propia mano de su amante palpitaba dolorosamente, recordándole cuán unido estaba
su destino al del menor Ogazawara.
—
Tenshi. — Quiso llamarle, pero la voz apenas le salió de los labios.
La
vista se le nubló, y en un parpadeo, las rodillas habían flaqueado haciéndole
caer al piso. El dolor en su pecho incrementó exponencialmente, casi haciéndole
perder la razón. Pero no, él no estaba dispuesto a permitirse tal lujo. Más allá su amante estaba en medio
de una pelea a muerte contra uno de los clones de Luken, probablemente el más
perfecto de todos los que han enfrentado hasta ese momento.
HyunKi
entonces escupió sangre. Y se percató de que los golpes que su amante recibía
tenían un impacto similar en su cuerpo. Sin embargo, pese a ser un vampiro de
sangre noble, la fuerza de su anatomía no asemejaba la del Dragón Negro.
—
¡Mierda, mierda, mierda! — Maldijo una vez más, jadeando al sentir cómo la caja
torácica comprime sus pulmones.
Más
allá, Tenshi arremete contra Luken, sus garras atraviesan el cuerpo del clon y
en un arranque auténtico de ira, le extirpa la columna vertebral. De pronto
resultó incluso demasiado fácil, el gemelo Jung no tiene un buen
presentimiento. Pero en segundos el dolor que le mantuvo dominado desaparece. Se pone en pie, le intriga el silencio de su
amante, que conserva la apariencia aquella. Cuando un par de metros salvaría la
distancia entre ellos, el Dragón Negro vuelve la mirada. Los penetrantes ojos fijan
su atención en el vampiro, las fosas nasales resoplan con furia, luego aspiran,
quizá, el olor del vampiro.
—
Tenshi, sé que estás ahí. Ya terminaste, vuelve.
El
Dragón Negro ruge, las fauces salivan cuando da un paso al frente. El vampiro
no se inmuta, le sostiene la mirada. Alza el rostro cuando la criatura se
aproxima y la altura se impone.
—
He dicho que vuelvas. — Repite. Y usa una voz seria, casi severa y autoritaria.
Como
era de esperar, el Dragón Negro ruge de nuevo, más fuerte, más ronco, tan alto
que todo el lugar se cimbra por su sonido. El gemelo Jung también siente que le
perfora los oídos, pero no lo demuestra. No, él necesita ser estoico, imponer
su condición y tomar el liderazgo. Después de todo, la esencia del Dragón Negro
es ostentosamente dominante, como un auténtico ser omnipotente. Si deja que
permanezca, la conciencia de su amante podría sucumbir.
—
Si tengo que repetirlo una vez más, no será con palabras, Tenshi. — Añadió,
desenfundando la katana heredada de su padre.
Dispuesto
a enfrentar al hombre que ama, antes que verlo convertirse en una criatura que
el mismo Tenshi detestaba. Pero que, ambos saben, no duda en usar si garantiza
cierta victoria.
Cuando
el vampiro tensó la empuñadura de la katana, el Dragón Negro dio un paso atrás.
Agitó la cabeza de un lado a otro, y segundos después la silueta de su amante
caía de rodillas. Completamente desnudo. Como naturalmente sucede cuando se
transforma. El gemelo Jung se apresuró a cubrirle con una gabardina y sujetar
su rostro para mirarle. Para comprobar que está ahí, el Tenshi de mirada
brillante que ama.
—
¿Estás bien?
—
S-sí. Solo, necesito descansar un momento.
Con
voz áspera y débil, el híbrido fue rápidamente cargado por su amante, y llevado
de esta forma, cálida pero al mismo tiempo humillante,
hasta la camioneta en que se han estado moviendo de un lado a otro. Hacía un
par de horas que se habían separado de sus hijos, no por deseo real, pero sí
por estrategia.
—
Hay que seguir nuestro camino, ¿estás bien? ¿Necesitas alimentarte?
—
Estoy bien, Hyun Ki ah. Sigamos adelante. Creo que necesitamos reunirnos cuanto
antes con nuestros hijos.
—
De acuerdo.
Cuando
el gemelo Jung usó el GPS para ubicar a sus hijos, frunció el entrecejo. Su
amante sintió el pecho oprimido.
—
No es la ubicación acordada.
—
Hyun Ki ah, date prisa. Ng.
—
¿Tenshi? Dijiste que estabas bien, pero estás sudando frío.
—
Es, la conexión con nuestros hijos, una extensión de nuestro pacto de sangre.
Date prisa, cuanto antes lleguemos con ellos, mejor me sentiré. — Dijo con voz
entrecortada.
No
es solo la fatiga por usar el gen del dragón, es esa sensación de mal presagio
que inquieta su corazón y altera sus sentidos. Todos saben que Luken es un
rival digno, inteligente y creativo. Saben también que sus clones deben ya
ascender a un gran número y que probablemente destruir los laboratorios detectados
no haga gran diferencia.
…
Durante
la misión, y aun cuando tenían la situación bajo control, algo inquietó el olfato y la kinestesia del híbrido Ogazawara.
Aguzó sus sentidos esperando detectar aquello que le ha inspirado tal
sensación, y en cuanto lo catalogó como amenaza ordenó a su familia salir de
ahí.
—
¿Por qué de pronto?
—
¡Hagan lo que digo!
—
Pero papá…
—
¡Ahora!
Sin
más opción que doblegar la propia voluntad, los trillizos Ogazawara-Park
comenzaron la retirada. Los datos que estaban eliminando del servidor en el
edificio todavía estaban a un 50%, y los explosivos ni siquiera han sido activados.
Aun así, los jóvenes salieron a toda prisa, pasando por encima de montones de
ceniza y cuerpos destrozados, manchando de sangre las suelas de sus calzados
por los charcos dejados en el camino. Aquello ha sido una auténtica masacre, y
ninguno de ellos experimentó la culpa o el remordimiento. Todos y cada uno
merecían la muerte que les fue otorgada.
Una
vez sus hijos se reunieron a su lado afuera del edificio, entregó las llaves de
la camioneta a la única fémina. El joven lobo percibió, solo entonces, ese algo que alertó a su amante. Pero
incluso si lo percibió, todavía no comprendía qué era.
—
¿Omma?
—
Sigan adelante conforme el plan. Cuando se reúnan con tío ChangMin díganle que
necesitamos apoyo.
—
¿No vendrán con nosotros?
—
Su padre no se irá. Y no puedo dejarle solo. No esta vez. Estoy confiando en
ustedes.
—
Podemos quedarnos también.
—
No. — Dijo. Rotundo, tajante, severo. — Váyanse ya.
Los
trillizos le miraron una sola vez. Luego, sin refutar, subieron a la camioneta
y se marcharon. ChulSoo volvió adentro, hasta el piso superior, donde su amante
estaba de pie, sencillamente esperando.
—
Debiste ir con ellos, ChulSoo.
—
Lo sé. Pero aquí estoy, Kenji. No vas a pelear solo.
El
trillizo torció una sonrisa. Mitad complacido con tal lealtad, mitad
preocupado.
—
¿Tienes idea de qué es?
—
No. Pero, hay un ligero aroma demasiado familiar flotando en el aire.
—
¿Familiar?
—
Sí. Demasiado. Es el aroma de mi papá.
—
¿De Kenryu-san?
—
Sí.
El
joven Park abrió los ojos de par en par. Después, instintivamente, tragó hondo.
—
Todo el tiempo tu mamá, los mayores, estaban convencidos de que Luken no tenía
su sangre. Ni la de Hayami.
—
Lo sé. Es por eso que no podía irme. Eso,
cualquier criatura que sea, quiero enfrentarla.
El
híbrido finalmente se convirtió, mostró los colmillos, rugió, sus manos
poderosas garras, la vista afilada, la piel gruesa, las fosas nasales similares
a las de un murciélago. Esta transformación era sumamente parecida a la de su fallecido
padre, pero todavía eran lo suficientemente diferentes como para saber que se
tratan de padre e hijo. Y de que, esforzándose, podía igualar el poder que
alguna vez ostentó el primer híbrido de todos, el famoso y muy perseguido Kenryu
Ogazawara.
El
gemelo Park estaba anonadado, orgulloso. Su amante era tan poderoso y sexy con
aquella apariencia, que era imposible sacarle los ojos de encima, incluso si
ese no era precisamente el momento para admirarle con los ojos con que él lo
estaba haciendo.
Mientras
ambos se mantenían en alerta, sus hijos habían seguido las indicaciones de sus
padres, alejándose a gran velocidad hacia el oeste. Algunos minutos después,
una repentina niebla nubló su visión, obligándolos a parar a pesar de que podían
dirigirse por el sistema automática y computarizado. Los tres bajaron del auto
con arma en mano, atentos a cualquier movimiento alrededor. Obviamente era una
trampa. EunMi fue la primera en detectar algo, probablemente por esa cierta
ventaja que le aportaba el instinto femenino.
—
Es el olor de Luken, ¿cierto? — Takeshi fue quien dijo, olfateando claramente
el aroma que comenzaba a inundar los alrededores.
En
nada, un considerable puñado de clones emergió de la niebla, algunos de ellos
transformados en licántropos, otros lucían más como vampiros, otros tantos
tenían apariencia humana, otras honestamente grotescas, como si fueran
criaturas que no completaron su transformación o evolucionaron en algo
desconocido. Cualesquiera que fuese la respuesta, los trillizos estaban listos
para destruir a todo aquel que se pusiera en sus caminos.
—
Recuerden, es nuestro deber evitar heridas al máximo, y si eso resulta así,
ninguna de estas horribles criaturas puede escapar. — DongSun fue quien dijo
entonces, y fueron sus armas las que iniciaron el ataque.
Olor
a pólvora, a carne quemada, aullidos y extraños gemidos de insuficiente poder y
probablemente ira mezclada con dolor. Aquel fue el rastro que los jóvenes
híbridos dejaron tras su enfrentamiento, el que se extendió por minutos. Llegó
un momento en que las armas no fueron necesarias, los jóvenes híbridos se
sintieron con el suficiente poder para valerse de sus habilidades como
criaturas nocturnas. Usaron las garras y la velocidad de sus movimientos para
enfrentar y asesinar a cada uno de ellos. Sin apenas unos rasguños y sangre en
sus ropas, los Ogazawara-Park salieron abantes de esta pelea.
—
¿Por qué siento como que esto solo es distracción? — EunMi dijo, tras
asegurarse de que sus armas estuvieran cargadas de nuevo, enfundándolas en su
cintura y los muslos, incluso en su espalda.
—
Tengo la misma sensación, incluso pienso que fue demasiado fácil. ¿Este es el
poder de los clones de Luken? Lo dudo. — DongSun también se armó con cartuchos
nuevos, mientras Takeshi lanzaba un fósforo y los cuerpos inertes eran
encendidos en fuego.
—
Cualquiera que sea su estrategia, nos tenemos que encargar de todo lo que
mande. E incluso si vamos directo al centro de su trampa, todavía tenemos que
vencer. No tengamos quebraderos de cabeza innecesarios, tenemos misiones que completar.
— Siguiendo a Takeshi, los otros dos montaron el auto una vez más, siguiendo el
mismo camino que antes.
En
el asiento trasero, EunMi todavía tenía mirada inquieta.
—
¿De dónde surgió la niebla? — Preguntó. Sus hermanos la miraron por el espejo
retrovisor. — Incluso si es medianoche ahora, la neblina llegó y se fue con
facilidad. Pero había un olor diferente en ella, no solo a Luken. ¿Lo
percibieron también?
—
Sí. Un olor que no conocemos. Pero que de alguna forma resultó bastante
familiar.
…
Cuando
el Diurno estuvo por enfrentarse a Zhenli, fue su amante quien se puso en el
medio.
—
Deja que me encargue, Yunho.
—
Jaejoong, no es momento para…
—
Te lo pido, porque vas a estar ocupado con otro trozo del pasado. — El
Adalid dijo, señalando con un movimiento de cabeza más allá a un costado, desde
donde la figura de quien parece ser clon del primer enemigo para sus clanes, se
movía sigiloso.
—
Yiang. — El Diurno le mencionó, apostándose entonces espalda con espalda con su
amante. — Si Yoochun estuviera aquí, ya habría perdido la cabeza.
—
Sí, por un momento pensé que te pasaría lo mismo cuando la viste, Yunho.
El
Diurno gruñó, farfullando un “para nada” que no convenció al Adalid, pero
que fue dejado atrás al instante en que ambos se movieron, tanto para
defenderse como para atacar.
Zhenli
atacaba con todo, sin pizca de remordimiento o vacilación. Jaejoong no se
extraña, pese a que durante décadas tuvieron una relación cordial, nunca había
caído en su gracia. La entiende, claro que lo hace, le arrebató al amor de su
vida justo delante de sus ojos, sabiendo de antemano que la princesa de aquel
entonces no tenía la mínima oportunidad de ganarse el corazón del Diurno. A
sabiendas de que, en aquella época, mismo príncipe vampiro no sabía que
tendrían esta vida por delante, porque sí, su objetivo siempre había sido
ganarle, seducirle y tenerle comiendo de la palma de su mano, arrodillado a sus
pies, embelesado con sus encantos.
Pero
amarse, tener hijos, nietos. Aquello no cruzó siquiera sus pensamientos. Por
eso, si en aquel entonces no hubiera ganado su corazón, si no se hubiese
decidido a darlo todo por tenerle, probablemente él también sería capaz de ese
resentimiento, de ese rencor, de esa ira.
No,
Jaejoong se convence a sí mismo de que lo ha experimentado. Cada vez en que un
nuevo enemigo amenaza a su familia, él siente esa ira hervir en su sangre, y no
duda en atacar, asesinar, arrebatar la vida a cualquiera que se interponga en
su felicidad.
—
Ya detente, Zhenli. — El pelioscuro le dijo, tras haberla inmovilizado contra
un muro.
—
Sabes que no lo haré, Adalid. — La vampiresa siseó, zafándose entonces del
agarre con dificultad, visiblemente fatigada.
—
Si continuamos, sabes bien cuál será el desenlace de esto, Zhenli.
—
Incluso así, no pienso parar. De cualquier forma, no tengo nada en este mundo
por lo cual vivir.
Zhenli
atacó de nuevo, para Jaejoong comenzaba a ser fácil esquivarla. Y eso la
enfurecía aún más. Cuando la acorraló de nuevo, el vampiro mordió su cuello,
buscando en su sangre la razón ulterior que motivaba en la vampiresa su deseo
de ir en contra. Después de todo, su Clan necesitaba un líder. A menos que ya
hubiera pasado su poder a alguien más. Un hijo tal vez.
La
mujer gimió cuando sintió los colmillos del Adalid clavarse, succionando su
sangre. Se sentía humillada, superada sin esfuerzo alguno. Las memorias en la
sangre de la vampiresa fueron entonces visibles para el Adalid, viendo pasar
una tras otra muchas de ellas. Desde la más reciente y dolorosa, cuando mismo
Luken atacó su palacio y arrebató la vida de quien fuera esposo y compañero de
Zhenli durante largas décadas, DongHae había entregado su vida protegiéndola a
ella.
— Hoy te he arrebatado a tu esposo.
Pero mañana, podría darte al amor de tu vida, Lady Zhenli. Si unes tus fuerzas
a mí causa, tendrás la vida que realmente deseas.
Jaejoong
vio entonces algo extraño en el encuentro aquél. Luken había inyectado algo en
Zhenli, y dejado en su sangre nada más que dolor y resentimiento, falsos
anhelos. El Adalid succionó más fuerte, y sus ojos azul índigo brillaron
intensamente mientras surcaba más profundo en las memorias de la vampiresa. Vio
así, el momento exacto en que Luken la llevó a su laboratorio, uno mucho más
equipado y oculto que todos los que habían localizado y comenzado a destruir
hasta el momento. Ahí, Luken había experimentado durante semanas con la
vampiresa, la había transformado en nada más que una criatura nocturna
anhelante de venganza, especialmente contra él, quien le había arrebatado a
Yunho, el primer vampiro que la chica amó.
Vio
también la forma en que Luken disfrutaba de cada experimento, de los logros
obtenidos y la forma en que la vampiresa sufría con cada cambio genético logrado
en su sangre. Y ahí, en las profundas memorias de la sangre de Zhenli, también
presenció algo que, Jaejoong comprende, fue dejado con intención, un mensaje
claro para él, o cualquiera de los suyos.
— Ahora que has probado sangre
suficiente para llegar hasta estos recuerdos, que tan minuciosamente oculté en
la sangre de Zhenli, mereces saber el gran error cometido. En unos instantes
más, el gen que circulaba en su sangre se activará en tu torrente sanguíneo y
comenzará el sofocante camino hacia la muerte. Probablemente, bueno, ya que es
una especie de veneno experimental y solo pude explorar su funcionalidad en
vampiros y licántropos de castas menores, no puedo asegurar que realmente vaya
a matar a los de tu estirpe. Pero seguro sufrirás un poco, y quizá para la
eternidad. Porque una y otra, y otra vez, las células que componen tu sangre se
destruirán, pero ya que las criaturas nocturnas pueden sanar rápidamente, estas
células se regenerarán casi al mismo ritmo. Será como estar al borde de la
muerte, todo el tiempo. Lindo, ¿no? Oh, y, solo porque necesito alardear de
ello.
Este gen mutado está en todas las
criaturas con las que he interactuado, en mis clones y, para la medianoche de
la luna llena próxima, estará por todas partes en el mundo entero. Genial,
¿verdad? ¡Soy omnipotente!
La
risa sórdida de Luken hizo eco en el pensamiento del Adalid, quien retrocedió
al instante, con los labios manchados de la sangre de la vampiresa, que resbaló
por el muro hasta quedar tirada en el piso, con el pulso peligrosamente lento y
debilidad para respirar.
El
Adalid buscó con la mirada a su amante, Yunho estaba teniendo un enfrentamiento
bastante parejo con Yiang, pero cuando vio a su amante decidido a morder el cuello
del lycan, él le llamó a voz en cuello, impidiéndole la acción.
—
No lo, hagas. — Jaejoong dijo con voz temblorosa, sintiendo un ligero mareo y
perdiendo fuerza. Sus rodillas cayeron al piso mientras sentía que se le
cerraba la garganta y tenía dificultades para respirar.
Si
había algo contra lo que ni un vampiro poderoso como Jaejoong podía luchar, era
contra su propia genética, su propia constitución. Por eso, cuando fue contaminado
por la sangre de Zhenli y su propia sangre mutó contagiándose del gen anómalo,
era imposible para él evitar las consecuencias. No sentía particularmente un
dolor que no pudiese controlar, pero sí estaba perdiendo fuerza, debido a que su
naturaleza nocturna estaba enfrentándose a sí misma, destruyéndose y reconstruyéndose
continuamente.
—
Jae. — El Diurno dijo su nombre, con la mandíbula apretada y tratando de no
perder los estribos, disparó otra ráfaga de balas de plata, modificadas con
otros aditamentos cortesía de Reid y ChangMin, que derribaron al lycan pero,
sabe, no le matará.
Sin
embargo, le dio tiempo suficiente para apresurarse con su amante, revisarle y
no encontrar herida alguna. Cuando hizo el amago de ofrecerle su sangre para
beber, el pelioscuro se negó rotundamente.
—
Jaejoong, ¿por qué? — Preguntó, claramente angustiado por su amante.
El
vampiro pelioscuro jadeó, incapaz de hablar. Entonces dos juegos de pasos se
escucharon en la cercanía, el Diurno no se inmutó, conoce el rumor de ellos. Se
trata de sus amigos Junsu y Yoochun, quienes han arribado al lugar siguiendo la
intuición del Animae Fata.
—
Déjame ayudarle, Yunho. — El castaño dijo, palmeando su hombro y arrodillándose
junto a su amigo. — Está bien, Jaejoong, puedo ayudar. Nada va a pasarme.
—
Junsu, qué…
—
Te explicaré en un momento, Yunho. — Serio, el castaño tomó entonces la apariencia
del Animae Fata.
En
tanto, Park ha asumido su apariencia licántropa, y andado hasta Yiang, quien
aún sanaba algunas heridas en su estómago. Los ojos de Park fulguran con odio
contenido, y le bastan algunos movimientos para hacerse paso a través de su
pecho y arrancarle de un tirón el corazón, antes de destrozarle la columna
vertebral y cercenar la cabeza con la espada del Diurno.
Durante
esos breves instantes, el Animae Fata había mordido el hombro de Jaejoong, pero
en lugar de beber su sangre, había usado la magia del lobo para purificarla,
destruyendo el gen anómalo que le había sido transferido desde la sangre de
Zhenli. Pronto, Jaejoong volvió a la normalidad. Y explicado a Yunho y sus
amigos lo que había visto.
—
¿También lo viste, Junsu?
—
No exactamente, fue solo un presentimiento. Pero, aunque pude ayudarte,
Jaejoong, si ese gen es transferido a los mortales, no tendré ni de cerca el
poder para contrarestarlo. Tenemos que detener a Luken antes de que lo libere.
—
Dijo que sería en la medianoche durante la luna llena. Mañana es esa noche.
Pero no sabemos dónde se oculta.
—
Nosotros sí. — Escucharon la voz de Chiasa en sus pensamientos. — Estamos
cerca. Papi se enfrenta ahora al Luken más poderoso, omma y yo estamos camino
al laboratorio. Pero, todavía es necesario destruir el resto de los
laboratorios, todos los clones y otras criaturas nocturnas creadas o aliadas a
Luken. Tienen en su sangre el mismo gen anómalo, debemos evitar a toda costa
que cualquiera quede vivo y entre en contacto con los mortales.
—
Nos encargaremos. — El Diurno dijo, terminando, junto a Park, de colocar
explosivos en el edificio. — Chiasa, ¿los demás?
—
Ellos están bien, tío Yunho. Todos ellos.
—
Bien.
El
lazo psíquico de Chiasa con ellos se rompió al instante. Los cuatro vieron el
edificio volar con una estruendosa explosión cuando se encontraban a prudente
distancia, montados en el mismo automóvil.
—
¿Se separaron de sus hijos?
—
Fue necesario, igual que ustedes de su hija. Mientras más blancos pudiéramos
cubrir, mejor.
…
Tras
observar a Luken beber lo que parecía ser otro medicamento para potenciar su
poder, Mokomichi también reveló su identidad absoluta. Luken no se sintió
intimidado por la presencia del dragón.
—
Esta vez, midamos nuestras verdaderas fuerzas. — Luken bramó.
Como
el animal salvaje que intimida con su sola presencia. Sin embargo, el dragón
no era una criatura que pudiera ser socavada. La transformación de Luken en ese
momento era semejante a la que vivió Mokomichi la primera vez que la sangre del
híbrido se superpuso a su naturaleza teriántropa. Esa silueta que no era la de
un licántropo pero tampoco la de un vampiro, aunque su figura se asemejaba
bastante a un hombre, la tez era color ocre y más firme, endurecida y casi
imposible de atravesar. Poderosas garras en las manos, pies ágiles para la
carrera y cualquier movimiento, colmillos afilados, nariz y orejas de
murciélago, vista agudizada y una indomable hambre de sangre y destrucción.
Mokomichi
ha asumido esa transformación que asumiera cuando la confesión de ChangMin
completó el largo y doloroso ciclo mediante el cual su sangre teriántropa se
fusionó a la del híbrido Kenryu. La piel que puede ser suave al tacto, pero
revela debajo de la primera capa cutánea un endurecimiento superior, igual que
la estructura ósea. Los ojos oscuros moteados de azul índigo, la espina dorsal
sobresale como escamas de dragón, siguiendo la línea hasta el coxis, escamas
que cubren las pantorrillas y los antebrazos. Y en los omóplatos, el juego de
alas que antes no fueran mostradas, pero que ahí se extendían gloriosamente de
lado a lado, el par de extremidades membranosas estaba recubierta de todo un
mapeo de delgadas venas que traslucían el color de la luna, cuya luz, hermosa y
plateada, la mantenía redonda y elegante suspendida en el firmamento e
incrementaba, de hecho, el poder de todas las criaturas de la noche.
Luken
admiró al dragón, envidioso de tal magnificencia no se dejó, sin
embargo, atrapar por el deseo de manipularle también. No de momento. No, ahora
lo que importaba era enfrentarle, ganar la batalla y luego seguir adelante con
su plan. Gobernar sobre el mundo y ser el único quien pudiera decidir quién
vive, quién muere y bajo qué términos.
—
Este, es mi momento. — Rugió, lanzándose al ataque.
Mokomichi
recibió la embestida, regresó el ataque y desataron una épica batalla. Por cada
choque entre las dos criaturas, una fuerte ventisca soplaba alrededor, se
sacudía el piso e incluso se escuchaba el chirrear de los truenos cuando sus
garras se encontraban. Mokomichi ha optado por ocultar sus alas, seguro de que
podrían ser una desventaja para él y una oportunidad para Luken, si llegaba a
rozarlas o herirlas, la sangre que brotara en ellas podrían caer en manos del
loco científico.
…
Un
par de kilómetros más allá del sitio donde las dos criaturas se debatían a
muerte, ChangMin y Chiasa arriban al laboratorio principal de Luken. La entrada
está en la superficie, pero las instalaciones se encuentran bajo tierra.
—
No hay tiempo para eso, omma. — Chiasa dijo, usando su magia para penetrar el
sistema de seguridad que el vampiro morocho quiso jaquear previamente.
—
Lo dejaré pasar solo esta vez, Chiasa. — Gruñó, ofendido por la forma en que su
preciada hija le hizo sentir obsoleto, en desventaja.
La
chica se permitió una sonrisita, aunque no tenían tiempo para bromas ni nada
parecido. Cuando las fortificadas puertas metálicas se abrieron, ante ellos se
desplegó el trasfondo del plan de Luken. Varios kilómetros cuadrados se
extendían cubiertos de un complejo sistema de biotecnología, habían miles de
embriones, de fetos, de niños, adolescentes y adultos. Todos ellos creados
genéticamente por Luken, y no precisamente clones.
—
Veamos qué locuras tiene aquí. — ChangMin murmuró, comenzando a violar el
sistema de seguridad computarizado, buscando los datos específicos de esas
criaturas.
La
mayoría lucían como humanos, pero algunas de estas criaturas no podían ser
clasificadas. Sin embargo, todas ellas estaban vivas, sus corazones palpitaban
y ya tenían ideas, pensamientos, emociones.
—
Aunque todos ellos han sido programados para una sola cosa. Obedecer. Y estoy
seguro de que Luken solo los usará para matar e imponerse. No podemos permitir
que ellos despierten. — El vampiro morocho dijo, buscando algún sistema
de autodestrucción, no existía, por supuesto. — Nuestros explosivos no
destruirán este lugar. Chiasa, ¿puedes usar tu magia para hacerlo?
—
Puedo, omma. Hay que salir de aquí.
Ni
bien la muchacha lo dijo, una alarma sonó. Y todas las cápsulas que contienen a
las criaturas comenzaron a abrirse. Las criaturas habían despertado.
—
Debí activar algún sistema cuando usé las computadoras.
—
No importa. Adelántate, omma, me encargaré.
—
¿Quieres dejarme algo de acción? Comienzo a aburrirme.
Chiasa
sonrió, pero permitió entonces que su progenitor se le uniera. Camino a la
salida algunas de estas criaturas les dieron alcance, cerrándoles el paso y
enfrentándoles. La mayoría de ellas podrían parecer fáciles de exterminar, pero
de alguna manera resultaron ser hábiles. Bien programadas para asesinar. Chiasa
estuvo al pendiente de que su progenitor no fuera herido, pero se dio cuenta de
que no era alguien que requiriera tal atención, estaba concentrado y es poderoso.
Sus habilidades como vampiro no eran broma, y tras su larga vida siendo parte
del entrenamiento de sus hermanos, algunas destrezas propias de los licántropos
se le han grabado a fuego en la memoria corporal.
No
mucho después, ambos salieron del laboratorio, ChangMin usó algunos explosivos
para destruir el edificio externo, lo más superficial, mientras que Chiasa
dibujaba en el aire una serie de símbolos que brillaron con luz dorada y luego
imprimió sobre el piso.
A
la distancia, la pelea entre Mokomichi y Luken seguía haciendo eco, un eco
peligrosamente vibrante. El vampiro morocho sentía la necesidad de acudir en su
ayuda, pero se contenía porque sabía que, lejos de ayudar, podía convertirse en
el punto vulnerable de su amante.
—
Omma, quédate cerca de mí.
—
Sí.
De
pie junto a su hija, el vampiro morocho presenció el increíble despliegue de
poder de la bruja de jade. La tierra bajo sus pies se cimbró con fuerza,
incluso cuarteándose hasta el concreto. En el subterráneo, el fortificado
laboratorio era derribado, de una forma peculiar, cada máquina, cada criatura
viviente en ella fue obligada a implotar, comprimiéndolas hasta convertirse en
nada, salvo materia. Tan mínima que Chiasa pudo manipularla y extinguirla.
Kilómetros
más allá, Luken lo sintió. Y la ira se apoderó de él, nublando su destreza lo
suficiente para ofrecerle a Mokomichi esos puntos vulnerables para atacarle y
tomar ventaja.
—
Incluso si destruyen este laboratorio, todavía estoy en todas partes.
…
En
alguna otra parte del mundo, el Diurno revisaba la estrategia con sus
principales líderes. Nínive una de ellas.
—
La estimación asciende al 50% de la población mundial, Yunho. Si queremos
detener esto, tendríamos que exterminar a tal cantidad de seres en la Tierra. Aunque
antes de esto, las criaturas nocturnas apenas alcanzábamos el 19% de la
población mundial. Por eso teníamos el suficiente control de todo.
—
¿En qué momento Luken transformó a tantos?
—
Hemos revisado información junto con Reid y ChangMin. Nuestra conclusión es
que Luken se valió de los sistemas de salud y mutó la genética de tal cantidad
mediante vacunas. Cuando digo que el 50% de la población mundial se ha
convertido en criaturas nocturnas con este gen anómalo en su sistema, lamento
informarte que un gran porcentaje corresponde a bebés cuya edad no supera el
año de edad.
—
No podemos asesinarlos. Bajo ninguna circunstancia podemos, Yunho ah.
—
Lo sé, Jaejoong. Lo sé.
—
¿Cuántos laboratorios han sido destruidos ya, Nínive?
—
De acuerdo a los registros y reportes, la totalidad de los detectados,
Yoochun.
—
Eso significa que lo único que queda son los transformados, ¿cierto?
—
Es así, Junsu.
Los
cuatro guardaron silencio. Estaban en una encrucijada no tomada en cuenta.
—
Reid, ¿estás ahí?
—
Sí, Yunho-
—
¿Qué probabilidades tenemos de producir un anticuerpo? Una vacuna o algo
parecido.
—
No sé si tendría tiempo o datos suficientes para antes de que la totalidad
de la población mundial sea contagiada. Dudo que tengamos los recursos suficientes
para poner en cuarentena a la mitad de la población mundial.
Jung
y Park chasquearon la lengua, fruncieron el entrecejo y continuaron pensando
sobre las acciones a seguir.
—
Sabía que esto pasaría. Más o menos.
La
voz de Chiasa interrumpió la conversación.
—
Puedo hacerlo. Con la ayuda de mi papi. Si él puede desplegar al dragón de
humo y cubrir el globo, podría usar mi magia y destruir el gen anómalo en todas
las criaturas contaminadas, pero no aseguro que eso evite la transformación en
criatura nocturna. Ambos son procesos diferentes, pero a diferencia del gen
anómalo, el gen que muta a los mortales en criaturas nocturnas no puede ser
modificado.
…
Probablemente
ha sido un poco tarde, pero los más jóvenes han comprendido que están justo
donde Luken quería. ¿Cómo lo hizo? Ellos no están del todo seguros, pero
intuyen que el loco científico debió sacar ventaja del instinto paterno de sus
progenitores, porque todos ellos les han mandado por delante mientras se
rezagaban enfrentando fieras batallas.
—
Corríjanme si estoy mal pero, ¿no es uno de ellos por cada uno de nosotros?
—
Es así, Keitaro.
10
hombres los rodearon, instándolos a hacer un círculo interno, cubriéndose las
espaldas, atentos a cada movimiento de estos clones.
—
¿Pueden olerlo? Es el mismo aroma que percibí antes. No es precisamente el de
Luken, es ligeramente diferente.
—
Es verdad, y resulta demasiado familiar.
—
Es, parecido al olor de tía Chiasa.
—
Finalmente lo han comprendido, muchachitos. Es verdad, después de mucho
investigar y hacer pruebas con mi propia sangre finalmente lo encontré. El gen
que contenía una minúscula marca de magia. La magia de la bruja de jade.
Mi madre. El poderoso legado que Enyd negó entregarme, me ha sido concedido por
derecho de casta.
Un
hombre, de los diez clones, dijo. Todos ellos, sin embargo, parecidos a Luken
pero todavía diferente a él; de apariencia joven, altos, atléticos, tez morena,
ojos grandes color rojo como brasas de fuego, cejas tupidas de un intenso color
carbón, el mismo del ondulado y largo cabello que caía sobre sus hombros. Daba la
impresión del perfil egipcio, pero lo más sobresaliente en los hombres delante
de ellos era el aura que emanaban. Sin duda, muy cercana a la de Chiasa, la bruja
de jade.
Los
diez jóvenes se dispusieron a la batalla. Han aprendido de Chiasa todo lo que
necesitan sobre su modo de batalla, no solo como hija del vampiro ChangMin y el
primer híbrido Kenryu, sino también como hija asumida de Mokomichi y
como bruja de jade. De pronto parecían comprender por qué la muchacha
había sido tan severa y estricta con ellos durante sus años en la isla. Entendieron
por qué siempre se enfrentó a ellos cual si estuviesen en una batalla real, por
qué insistió en que aprendieran tanto como fuera posible de ella y los otros. Por
qué los quería como asesinos. Todo había sido, para ese momento.
Cuando
no estuviera ahí Chiasa, ni Hayami o alguno de los otros mayores, o sus padres.
Cuando
solo ellos pudiesen enfrentar parte de la batalla final. Esa, donde nadie más
que ellos podrían salir victoriosos.
—
Este poder es impresionante. Incluso si mi madre intentó suprimir el legado que
dejó en mí al momento de concebirme, mi determinación finalmente dio los frutos
que busqué durante toda mi vida. — Luken, o mejor dicho, uno de sus diez clones,
extendió las palmas de sus manos, y en ellas una llama de fuego nació. — El
poder de la bruja de jade finalmente circula en mis venas. En todos mis yo.
Dijo.
Y cada uno de esos clones atacaron al mismo tiempo. Un círculo de fuego mágico rodeó
a los más jóvenes, pero un rápido movimiento de ellos lo redujo de nuevo a
nada.
—
No sobre-estimes tu valor, Luken. — Fue el menor Park quien rugió. Mostrando los
colmillos y las garras, el lobo aulló con fiereza.
Y
lanzándose al ataque contra uno de los clones, su movimiento marcó el curso de
la pelea. Los otros nueve jóvenes le imitaron. La joven Joo Min demostrando el
legado que circula en sus venas también, vampiresa de élite que se movía con
sigilosa velocidad. Le siguieron las gemelas Emma y Olivia, quienes eran
diestras con las armas blancas y finas para la observación en acción. Los trillizos
Jung Ogazawara, y los Ogazawara Park con sus apariencias híbridas no dudaron en
usar sus habilidades sin reserva, tendientes al despliegue de poder que persigue
imponer su naturaleza.
Hechizos
también fueron y vinieron, ataque y defensa constante. Los clones de Luken
contra los diez chicos nacidos por la voluntad de Chiasa. Todos ellos usando
todo su poder.
…
Así
como los más jóvenes se reunieron en un mismo punto, lo han hecho la siguiente
generación. Kenji mantiene su apariencia híbrida, sus hermanas sienten que la
herencia de su padre finalmente se ha revelado en todo su esplendor. Tenshi se
mantiene al margen, no quiere usar el poder del Dragón Negro por temor a
perder el control, su amante le apoya sin duda. Los gemelos Park no titubean,
se nota en sus ojos que están prestos para la pelea. Los gemelos Jung no son
menos, la sed de sangre se les nota en la mirada. Pero todos saben que no deben
dejarse llevar. Matar es necesario; morder, beber sangre, no.
Ante
ellos, clones de Luken, solo uno de ellos con la fuerza mágica de la bruja
de jade. Los chicos concluyen que debió ser imposible para Luken clonar más
su propia sangre, esa donde el legado de su madre Enyd podía ser duplicado.
—
¿No dijo omma que era imposible estudiar la sangre de Chiasa? ¿Cómo es que
Luken lo consiguió con la suya? La sangre de la bruja de jade debió ser
la misma, ¿no?
—
Lo analizaremos después, Mi Young. Ahora, es nuestro deber aniquilarlos. A todos
ellos. — Min Jee dijo, mirando de soslayo a su hermana.
Los
Ogazawara, los Park, los Jung. Licántropos, vampiros, híbridos. Todos ellos en
alianza por un fin común.
Del
mismo modo que sus hijos, hermanos, padres.
Erradicar
cualquier rastro de Luken de la faz de la tierra.
…
Las
alas de Mokomichi se habían revelado una vez más, esa vez por una sola razón,
penetrar la coraza del torso de Luken y perforar su corazón; mientras que la
diestra destroza la yugular y la siniestra extra la espina dorsal. Al final, la
batalla había sido violenta, pero el teriántropo se ha alzado victorioso. Sin
apenas la respiración agitada, vio el cuerpo de Luken caer destrozado al piso. Para
evitar que pudiera levantarse de nuevo, ChangMin, que ha llegado ya en compañía
de su hija, ha sugerido reducirlo a cenizas.
—
Todavía no hemos terminado, papi.
—
Lo sé, Chiasa.
—
¿Estás seguro de soportarlo? Tu poder tendrá que cubrir la tierra entera.
—
Puedo hacerlo.
Mokomichi
se paró frente a la bruja de jade, ChangMin observaba a unos metros. Su amante
cerró los ojos y se concentró. Las alas del dragón se extendieron hacia
arriba, firmemente alargadas, de las puntas membranosas comenzó a emerger la
esencia nebulosa que daba vida al dragón de humo que viera por primera
vez algún tiempo atrás. En tanto, Chiasa llevó las manos a la altura de su
pecho, murmuró hechizos y una fina línea de polvo plateado siguió el camino
hacia arriba, hasta fusionarse con la nebulosa del dragón que comenzó a
extenderse en todas direcciones. No es como si una sola sombra de nebulosa
fuera a cubrir el globo; no, varios dragones serpentearon en todas
direcciones. Cubrieron ciudades en todos los continentes, poblados en villas y
aldeas recónditas, océanos, ríos, montañas, desiertos; absolutamente todo a lo
largo y ancho de la tierra. Estos dragones nebulosos descendían y se colaban
hasta el recoveco más difícil, y la magia que llevaban consigo destruía todo
rastro de los malévolos planes de Luken.
Sin
embargo, tal como Chiasa había previsto, aquellos que fueron convertidos en
criaturas nocturnas no iban a dejar de serlo. El 50% de la población mundial
eran ahora vampiros y licántropos. Pero más humanos que inmortales, cada uno de
los seres convertidos por Luken mediante la mutación genética podrían hacer sus
vidas con normalidad, los vampiros no experimentarían sed de sangre ni se
preocuparían por la luz del sol; y los licántropos no temerían a la influencia
de la luna llena o transformarse en bestias particularmente cuando sus emociones
les sobrepasaran.
—
De acuerdo a los estudios que hemos estado realizando, es como si los genes
que predisponen a los seres humanos a la mutación en criaturas nocturnas
estuviera latente, pero no activo.
—
Gracias, Nínive. — El Diurno suspiró, honestamente aliviado.
—
ChangMin y yo hemos estado analizando los datos, es correcto decir que sigue
siendo el mismo porcentaje de la población mundial el perteneciente a
auténticas criaturas de la noche. — Reid mostró un montón de números y tablas
en las pantallas, estuvo tentado de explicar todo a detalle, pero recordó que los
presentes podían seguirle el ritmo y entenderle, pero se aburrirían a comienzo
del camino.
—
Esa es una gran noticia también. ¿Qué hay de los chicos? — Park miró al vampiro
morocho.
—
Los estudios revelan que están limpios. Todos lo estamos. No hay rastros de
Luken, ninguno de sus elaborados planes se cumplió. — ChangMin mostró más datos
en las pantallas, específicamente cadenas de ADN y estudios sanguíneos de todos
en los clanes.
—
¿Algo más que nos deba ocupar? — El Adalid preguntó, con Nínive en comunicación
holográfica y única ausente de los líderes más importantes, única de plena
confianza para los clanes.
—
Creemos que no. Pero tengan seguridad de que mantendremos un ojo en ello
durante algún tiempo aún. El suficiente para evitar sorpresas en el futuro.
—
Gracias, Nínive. Seguiremos en contacto.
—
Adiós, cuídense todos. Saludos a sus hijos y nietos~.
Tras
cortar comunicación con la mujer, los mayores finalmente sintieron que podían
respirar tranquilos.
—
Se siente como si no hubiera sido tan complicada la batalla final, ¿cierto?
—
Sí. Pero una vez que vemos todo en retrospectiva, esta batalla fue la más larga
de todas. Años, meses para algunos de nosotros. Luken dio una impresionante
pelea, poseía un gran intelecto, es una pena que lo haya empleado para los objetivos
erróneos. Sin duda era un genio. Sus avances en la genética humana eran impresionantes,
ChangMin y yo logramos rescatar algunas de sus investigaciones, queremos darle
un seguimiento más apropiado.
—
Eso es genial, Reid. — Derek dijo con expresión orgullosa. Y enamorada,
honestamente.
Jung
sonrió, Park rio con más cinismo. Jaejoong, ChangMin y Junsu sonrieron con
ligera curiosidad. El inteligente vampiro sintió sus mejillas tibiarse, está
avergonzado.
—
Bien, bien. Ya que estamos al tanto y al corriente, es justo tomarnos un
descanso con nuestras respectivas familias. Sé que tenemos años de los que
hablar entre nosotros. — El Adalid dijo, tomando la mano de su amante y
acercándose a la salida. — Por ahora, solo atenderé llamadas para emergencia,
¿entienden?
—
Sí, sí hermano. Ya puedes largarte, sé que tienes maletas y todo preparado.
Yunho,
Jaejoong y su hija Joo Min viajaron a la vieja Europa. Sus gemelos tenían sus
planes con sus respectivas familias y pareja. Mientras que Hyun Ki con Tenshi y
sus trillizos planearon un largo viaje por Latinoamérica; HyunShik con Byung
Hyun se han decantado por pasear por China.
Yoochun,
Junsu y Chung-Hee tomarían algunos días viajando por Corea. ChulSoo tiene
planes con Kenji y sus trillizos, cuyo destino se encontraba en Australia y
Hawai.
La
familia Moore Gubler tendrá días en Italia. Después piensan volver a Estados
Unidos y establecerse nuevamente ahí.
Finalmente,
ChangMin había querido días con toda su familia, pero ya que Kenji y Tenshi
tienen sus propios planes, pensó que estaría únicamente con sus tres hijas. Sin
embargo, Min Jee planeó un viaje por Francia con Lotus, al parecer estaban fortaleciendo
su noviazgo. Y Mi Young con Chiasa han tomado otro camino, a ellas se ha unido
SooYun, las tres han argumentado que, de momento, querían tiempo de chicas.
—
Así que al final somos solo tú y yo, Hayami.
—
En realidad no me quejo, ChangMin.
—
Tampoco yo. ¿Qué piensas? — Le gruñó, ligeramente avergonzado pero muy excitado
con la idea del tiempo a solas. — Parezco adolescente, emocionándome por
tener tiempo a solas con mi amante.
—
ChangMin ah.
—
¿Mh?
—
Estoy feliz, de haber ganado contra Luken. De que todos estemos bien. De que
nosotros hayamos llegado hasta aquí, juntos.
Mokomichi
sujetó las manos de su amante, le miró a los ojos fijamente y luego se inclinó,
besándole despacio. Beso que le fue devuelto con sumo cariño. Algo apasionado,
muy húmedo.
—
También estoy feliz, Hayami. Cuando pienso en ello, fui afortunado de ver cómo
evolucionaste. Pero también me siento culpable, porque probablemente fue mi
culpa que no lograras evolucionar más rápido.
—
Fue difícil, pero las cosas sucedieron como tenían que pasar. Así que está
bien, ChangMin. Entiendo que amaste a Kenryu. Y sé que me amas a mí. No pido más.
—
Claro que te amo, Hayami. — Susurró, iniciando él otro beso.
Más
húmedo, más largo, más entregado.
Sus
brazos rodearon el cuello del teriántropo, pegando sus cuerpos.
Esa
tranquilidad se sentía, sencillamente, perfecta.
—
También te amo, ChangMin.
Sonreírse
mutuamente y saber que así, después de superar tantos obstáculos, de no dejarse
vencer ni caer. Más que salvar las sombras, las han aceptado como parte de sus
destinos.
Si
el vampiro morocho hubiera sabido que conocer a aquel hombre en medio de una
concurrida avenida tras salir corriendo del palacio por un simple
presentimiento, terminaría con devolverle esta sensación a plenitud, probablemente
no se habría opuesto tanto a los sentimientos que despertó en él.
—
Hayami, tengo suficiente con una pérdida. No se te ocurra dejarme nunca,
¿entiendes?
—
Lo entiendo, ChangMin ah. Lo entiendo.
Y
así, mientras la pareja se abrazaba con recelo en medio de la habitación
compartida, a la luz de la luna a semanas de distancia del enfrentamiento final
contra Luken, el alma de Kenryu Ogazawara finalmente descansaba en paz.
—
Gracias por todo, papá.
— Adiós, mi preciosa hija.
Chiasa
sonrió al recuerdo de su progenitor, mientras una lágrima rodaba por sus
mejillas y el sueño se hacía más profundo. Nunca antes había soñado con su
padre de esa manera, con una sensación a paz, a alegría. Después del largo
camino recorrido, de las probabilidades probadas, y las decisiones finales, lo
ha conseguido. Salvar al mundo, a su familia. Darle una nueva felicidad a su madre.
Aunque siempre, por la eternidad, lamentaría no haber conocido a su padre
Kenryu, estaba lista para conocerlo a través de las memorias de sus hermanos,
de su madre.
Estaba
lista, más que nada, para vivir su vida, para dejar que duerma el poder
de la bruja de jade.
Mientras
que, en la isla donde viviera por casi dos décadas, los teriántropos descansaban
también, se fusionaban en perfecta armonía con la isla y se conectaban a través
de la naturaleza con todo el mundo.
Nyoko
junto a su esposo continuaban sus planes y salían al mundo.
Nima,
por otro lado, tenía un pendiente que no le dejaba tranquilo.
—
Enamorado, eh. Nada más y nada menos que de una salvaje loba. — El
teriántropo sonrió, mientras observaba a SooYun a prudente distancia,
habiéndole seguido instintivamente en ese viaje del que, se supone, no sabe
nada.
La
gemela Park percibió su aroma, y maldijo entre dientes cuando toda su sangre se
calentó con el recuerdo de aquella noche apasionada.
—
Cuando papá lo sepa, va a enfurecer de celos. — Suspirando a su mala suerte,
la muchacha volvió el rostro, aguzó la mirada y lo encontró. Sonrió al
teriántropo y tras un sutil flirteo, ambos se encontraron a medio camino, se
abrazaron y besaron con apasionado anhelo.
Chiasa
y Mi Young miraron sorprendidas. Luego la trilliza sonrió pícara, mientras que
su joven hermana se sonrojaba involuntariamente.
—
Sabía yo que terminaría cediendo. El amor es irreverente.
—
¿Es siquiera adecuado que, se besen de esa manera en público?
—
Oh, hermanita, eres tan inocente.
—
¡Claro que lo soy!
—
Me sorprende, después de todo incluso escuchaste a tío Junsu y tío
Yoochun en plen… — Su boca fue sellada por la mano de su hermana.
—
Entendí. No necesitas recordarme. Por si fuera poco, casi lo presencio con mis
propios ojos con nuestros padres.
—
¿En serio? ¿Cuándo?
—
No te diré.
—
Oh, por favor. Tengo curiosidad por cómo funciona eso de ver a través de los
ojos de papá Hayami, Chiasa.
—
¡No te contaré!
…
Tras
poco más de un año transcurrido, y con una paz mundial que casi parecía
aburrida, los clanes se reunieron durante aquella semana para celebrar.
Celebrar
una noticia formidable.
El
nacimiento de los hijos de HyunShik y Byung Hyun.
—
Son tan preciosas. Dos niñas además, seguro que van a estar súper consentidas~.
— Junsu estaba todo emocionado, le brillaban los ojos con súbita felicidad.
—
Ya lo están, tío Junsu. Omma y appa se derriten de ternura todos los
días desde que estaban en mi vientre. — HyunShik relató, la felicidad se le
notaba en la cara.
Así,
todos se fueron acercando a las gemelitas de a poco, para evitar sofocarlas con
exceso de atención.
Chiasa
estaba contenta, particularmente porque esa vez, gracias a su magia, las bebés
podrían crecer con sus padres. Sin batalla alguna en pleno desarrollo.
ChangMin
y Hayami observaban con cierto anhelo. Después de todo, como teriántropo
Mokomichi no podía concebir. Sin embargo, Mokomichi olvidaba un pequeño
detalle, el no era un simple teriántropo, y Chiasa no era una simple bruja.
Por
eso, cuando el vampiro morocho comenzó a sentir algunos cambios en su cuerpo y
le resultaron sumamente familiares, realizarse una prueba de sangre y verificar
el resultado varias veces, fue simplemente necesario.
—
Hayami, es positivo.
—
¿Qué?
—
Estoy embarazado.
FIN
¡Hola, gente bonita!
Así es, después de un largo, larguísimo bloqueo con este fic, finalmente pude concluirlo.
Espero que lo disfruten, y como siempre, volveré luego con el epílogo, y tal vez algún bonus, eso dependerá de lo que me falte cerrar con cada una de las parejas~ ¡que son un montón! xD
Muchas gracias por la paciencia, por la lectura de este fanfic, por haber aceptado los cambios realizados en relación a sus dos antecesoras.
Ya Ne!
Felinaaaaaa!! Muchísimas gracias, habrá bebé del HayaMin, gracias por este final feliz, muy digno, esperaré el epílogo y el Bonus, sabes que de aquí no me muevo!! Ah qué felicidad!!
ResponderEliminarOohhh Dios!!! No puedo creer que ya sea el final!!!!! Gracias Feli por fantastico final, admito que estuvo cargado de muchas emociones, incertidumbre, felicidad e incluso lloré con la pequeña parte de Chiapas con Kenryu, estoy igual que Changmin no podría superar otra pérdida así que gracias a Dios la guerra ha terminado y la felicidad y tranquilidad a llegado sobre todos...
ResponderEliminarAsí que me voy a leer el epílogo y los bonus!!!
halo!!!!!!
ResponderEliminarodio lo complicado de la vida.... hasta ahora me vengo a enterar de que actualisaste capitulos.... buabua:-( ...
me encanta la forma en que relatas la accion... como plasmas la emocion... y como se refleja el amor en todos....
ame el capitulo... amo la historia... y comentare en los siguientes capitulos a medida que vaya leyendo
saludos y besos a la distancia... matta ne <3