domingo, 10 de febrero de 2019

Capítulo 26. (Recta final del fic)


CAPÍTULO XXVI
CROSSED DESTINIES


El vampiro morocho arqueó la espalda, sentado a horcajadas en la pelvis de su amante, los gemidos que brotaban de su garganta eran honestamente ruidosos y eróticos.

— Nh~ esperng~ por qué estás más grande~.

— Se te olvidó que soy un teriántropo. Mi pene, justo ahora, es como el de los lobos.

— ¿Qué~?

— Que… — Acercarse a su oído, mordisquearle el lóbulo y meter la lengua en su interior antes de añadir. — Estaré pegado a ti hasta que haya eyaculado todo lo que tengo acumulado, ChangMin.

— Nnoh~ — Gimoteó, arañándole el torso cuando su amante empujó una vez más. — Esperng~-ahh~.

El vampiro quiso reclamar, y recordarle que en esta postura, es él quien debería tomar el control y dirigir el ritmo de las penetraciones. Pero el teriántropo se ha adelantado de nuevo, sujetando firmemente sus caderas mientras es quien mueve la pelvis hacia arriba y abajo, entrando y saliendo, golpeando contra su trasero una y otra vez hasta hacerle sentir que le tiemblan las rodillas y su espalda no puede mantenerse más recta, así que cede y se deja hacer cuando es dominado por completo.

Cuando el teriántropo le empujó contra el colchón, los ojos del vampiro le hipnotizaron. El azul índigo cruzando las marrones pupilas era seductoramente encantador. Y el rubor apoderado de las prietas mejillas, junto a esos ondulados mechones revueltos empapados en sudor cayendo sobre el contorno de su rostro, entregado, extasiado, enamorado.

— ¡Ngh~! Hayami ~.

Y caer otro poco cuando lo escucha gemir así para él, prendado de su mirada, arañándole el antebrazo con la diestra mientras la siniestra se toca el vientre y le recuerda que sí, que ahí es donde le siente, revolviendo placenteramente sus entrañas, penetrando tan profundo que siente el calor de los carnosos anillos alrededor de su tronco, ciñéndose contra el nudo formado al final de éste.

— ¡Más!

Caer, caer y caer más enamorado cuando le suplica con ardiente deseo, atrapando el cuello con la diestra, demandando un beso, mordiéndole los labios y saboreando su sangre. Embriagándose con su sabor.

— ChangMin, te amo.

Declarar de pronto, justo cuando retrocede y luego empuja con fuerza llenándole hasta el fondo. El vampiro gimotea, sonríe y comienza otro beso. Una ronda más de ellos mientras las embestidas de su amante le llenan de placer. No se detienen ahí, sin embargo, porque incluso si el teriántropo se derrama en su interior algunos minutos después, la erección no mengua en absoluto, sigue duro, caliente y grande dentro suyo, y entonces es el vampiro quien no encuentra problema alguno con seguirle el ritmo, entregándose de forma apasionada.

La pierna derecha de ChangMin permanece recta, mientras que la izquierda es flexionada, aquel ángulo es preciso para las penetraciones que le siguen, Hayami no ha salido, sigue pegado a él, así que de alguna forma parece fácil cambiar las posturas, con la habilidad que ambos poseen no es como si aquello se fuera a salir de control. Además, la cavidad anal del vampiro continúa los suficientemente mojada y dilatada como para que, incluso con aquel grueso tronco enterrándose continuamente en su interior, las penetraciones sean fáciles.

— Ng. Hayami~.

El vampiro estira la siniestra, le acaricia los pectorales y se los araña. Por alguna razón le encanta, se vuelve un poco sádico cuando tienen sexo, le gusta ver los hilos de sangre correr, quedarse con aquel líquido en las uñas y saborearla cuando chupa sus propios dedos, mirándole con ese mismo deseo erótico que incentivaba la libido del teriántropo.

— Muéstrame~ nh~ Hayami~.

— ¿Qué cosa, mh?

— Tu apariencia, ngh~ quiero sentirte ahh~ por favor~.

Mokomichi chasqueó la lengua, frunció el entrecejo y gruñó. Su intento fue vano, su amante no aceptaría un “no” por respuesta.

— Vamos, hazme el amor con tu esencia completa, Hayami. — Suplicó, acariciando gentilmente el rostro de su amante. Con apasionados ojos cruzados de índigo, contrayendo deliberadamente su interior, provocándole un áspero gemido.

— ¿Por qué quieres hacerlo, ChangMin?

— Porque eres tú. En tu máxima expresión.

— ¿Incluso si puede ser duro para ti?

— Podré soportarlo, ya tengo el falo caliente de un lobo dentro de mí, ¿no es así? — Lamiendo su labio inferior, el vampiro llevó la siniestra hasta la unión de sus cuerpos, tocando ahí donde el falo de su amante prevale enterrado. Los rizados vellos púbicos estaban mojados, de semen y saliva. — Vamos, dame gusto, Hayami.

— No te arrepientas después, ChangMin. — Gruñó.

Y en unos instantes su apariencia de dragón fue revelada nuevamente ante los ojos del vampiro morocho. Por supuesto, el tronco enterrado en su interior también mutó. Más grande, grueso, caliente.

— ¡Ngh! — Gimoteó involuntariamente, aferrándose a la espalda del teriántropo mientras le araña los omóplatos, justo sobre las hendiduras que servirían de escape para las alas de dragón.

— ChangMin. — Gruñó Mokomichi a la par, su ronca voz seduciendo el oído de su amante, quien le ha clavado los colmillos en el cuello.

La forma en que el vampiro succionó la sangre del teriántropo solo hizo que la excitación de ambos aumentara. Mokomichi le levantó entonces en vilo, valiéndose de lo fuertemente aferrado que el vampiro se encontraba, afirmó sus rodillas y comenzó a embestirle de aquella manera. Algunas estocadas fueron suficientes para que los colmillos del vampiro retrocedieran, no había manera de que contuviera más los gemidos. El teriántropo estaba tocando en cada penetración tan profundo que no sabía si era dolor, placer o ambas sensaciones mezclándose en su cuerpo.

El roce de carne contra carne era evidente por el chapoteo húmedo de cada penetración, sin embargo, Hayami encontraba demasiado ajustada la cavidad anal de su amante, ChangMin sabía que era demasiado para soportarlo, pero por alguna masoquista razón lo estaba disfrutando demasiado.

— ChangMin…

— Si paras me enfadaré, Hayami.

No fue necesario entonces insistir más. E incluso si el teriántropo intentó ir menos profundo, la insistente súplica del vampiro le llevó a perder el control en algún momento. Fue así que lo empotró contra un muro, empujando salvajemente su pelvis contra el trasero de su amante. El vampiro gemía sin reparo alguno, perdido también en la tormenta de placer que se ha desatado en su cuerpo; podía sentirle llegar más allá de lo humanamente posible, revolviendo su interior con infinito deseo. Fue entonces que se percató de aquello, había una sensación particularmente dolorosa de placer en cada penetración, y eso se debía a la forma del pene de su amante. No solo era más grueso o largo, sino que contaba con diminutas espinas en toda la extensión, salvo la cabeza fálica, estas espinas rozaban los anillos carnosos del vampiro provocándole ese dolorcito que percibía, pero al mismo tiempo estimulaba las terminales nerviosas que le ofrecían el doble de placer.

— ¡Ng~ Hayami! ¡Anhh~!

— ChangMin ah, estoy enloqueciendo por ti.

Naturalmente lo hizo, dominado por su propio placer, el teriántropo aumentó los movimientos mientras las piernas del vampiro tocaban suelo de nuevo, aunque casi de inmediato una de ellas subiera de nuevo, en un ángulo que le exigía flexibilidad, equilibrio y fuerza; no es que alguna de ellas fuera un auténtico problema para el vampiro, la cosa era que, con tanto placer sacudiendo su cuerpo, era casi imposible concentrarse y mantenerse en pie. Pero incluso cuando sus rodillas se vencieron y tocaron el piso, el teriántropo aun estaba pegado a él, y no dejó de moverse, orillándole entonces a postrarse a cuatro sobre el suelo, con un teriántropo montándole como auténtico lobo en celo.

— Ngh~ ahh~ ahh~~ nnh~.

El pecho de Mokomichi se unió a la espalda del vampiro cuando empujó más fuerte, las escamas en la piel del teriántropo brillaban a la luz de las velas en la habitación, y le daban cierto toque erótico y misterioso que encendería mucho más la libido del vampiro si tan solo pudiera admirarlas en ese momento. Pero ahí, dominado bajo el cuerpo de su amante, no podía hacer más nada que gemir y entregarse, incluso si no podía tocarse a sí mismo o si las manos del teriántropo estaban ocupadas acariciándole el pecho o sosteniendo su propio peso. Ser sometido de esa manera, le gustaba, de muchas maneras.

El falo del vampiro se contoneaba adelante y atrás con cada empuje del teriántropo, chocando contra su bajo vientre y el aire. De pronto notó también la forma en que sus testículos eran alcanzados por los del teriántropo, y la excitación le nubló por completo los sentidos, alcanzando el orgasmo poco después. Las espesas gotas de semen del vampiro gotearon sobre el piso, mientras su pene continuaba sacudiéndose al ritmo del vaivén de su amante.

— ChangMin. — Mokomichi gruñó su nombre.

Y al segundo el vampiro sintió cómo se derramaba en su interior, pero por supuesto, todavía no terminaba.

— ¿Estás bien, ChangMin?

Preguntó en su oído, usando esa voz tanto más cariñosa pero todavía áspera y febril. Echándose hacia atrás y cruzando las piernas, acunando ahí al tembloroso vampiro.

— Sí. No te detengas, Hayami.

Aseguró, mirando hacia atrás y abajo, pasando un brazo por los hombros de su amante y poder inclinarse por un beso, con mucha lengua y saliva.

— Dijiste que lo harías hasta saciarte, ¿no?

— Pero dejaré esta apariencia.

— No~ ¿por qué? Me encantas así. Estás más sexy.

— ¿En serio?

— Sí. Y, aunque duele un poco, también estoy disfrutando mucho teniéndote dentro así.

— Eres…

Mokomichi selló los labios a fuerza de besos. ChangMin tenía iniciativas muy particulares cuando quería. Y además, que fuera él quien comenzara a mover nuevamente las caderas, solo consiguió que el poco raciocinio que se había despertado en la mente del teriántropo desapareciera otra vez. Claro que, incluso dos días con sus noches no fueron suficientes para que ambos se sintieran plenos. Pero sus cuerpos necesitaban descanso, están conscientes de la situación actual.


Cuando Chiasa fue a dormir esa noche, su corazón estuvo inquieto. Había algo que no terminaba de sentirse en su sitio pese a todo lo que han estado preparando, y a la confianza que tiene en toda su familia.

— ¿Qué será? ¿Es solo la ansiedad previa a la batalla? — La menor Ogazawara dio vuelta en la cama, abrazando la almohada y queriendo despejar su pensamiento. — Ah, espero que mami y papi salgan ya de la habitación, no podemos irnos sin ellos. Probablemente si no salen por cuenta propia tío Jaejoong vaya por ellos.

El pensamiento de la bruja de jade no estaba lejos de la realidad. El Adalid ya lo ha comentado con su amante, y para el Diurno no hay complicación en que tome esas decisiones.

— Pero espero que salgan por su propio pie, será demasiado que sigan en ello.

— Yunho ah, aún así los entiendo. Es diferente, sabes. Por ejemplo, tú y yo llevamos décadas de apasionada relación estable, ellos en cambio tuvieron que pasar por un montón de obstáculos. Es natural que hayan querido tener sexo como conejos.

— Yo también quiero tener mucho sexo contigo, Jaejoong, independientemente de si tenemos una apasionada relación estable, no he tenido suficiente, pero una vez nos encarguemos de Luken y todos los problemas que nos ocasiona, también te encerraré en una habitación por días enteros.

— Esa ameneza me enciende~. Pero, es una pena que tengamos que contenernos.

— Pero esta noche no hay por qué contenerse.

— ¡Yunho~!

Por supuesto, los vampiros no fueron los únicos dando rienda suelta a sus deseos. Esa noche todas las parejas se dieron mucho amor. Y a primera hora, la mayoría se sorprendió al encontrarse con ChangMin y Hayami listos en el salón de comunicaciones.

— De verdad tenía planeado ir y pillarles in fraganti.

— ¿Crees que soy tan inconsciente como para olvidar nuestros planes, hyung?

— Solo digo, tenía planeado. Y mucha curiosidad. Es una lástima que no hayan marcas para burlarme de ti y lo apasionado que debieron ser. — El vampiro pelioscuro bromeó, mirando al cuello de su hermano en busca de las evidencias que, obviamente, no iban a estar ahí. — Oh, sí hay una pequeña marca.

El vampiro morocho se cubrió por instinto. Mokomichi sonrió. Por supuesto, el poder curativo de los vampiros era fuerte, pero las mordidas que le hizo mientras estuvo transformado en dragón tomaban más tiempo para desaparecer, incluso si habían sido muy superficiales.

— Te veo algo más diferente, ChangMin. Mh, me pregunto qué será. — Curioso, el vampiro pelioscuro miraba a su hermano de arriba abajo, esperando encontrar ese algo que le hacía lucir diferente. — ¿Tu piel no está más suave que de costumbre? También parece que tus ojos brillan un montón, y el aura que despides. Ah, lo tengo, ¡es el poder curativo del sexo!

— ¡Hyung!

— ¿Omma, no es muy temprano para hablar de cosas lascivas?

— Joo Min ah~ no hagas caso de lo que acabas de escuchar. — Exclamó, de pronto avergonzado.

Es verdad que el aire lascivo estaba presente en todas las criaturas de la noche, pero para el Adalid ese todavía era un terreno nuevo frente a su hija, con quien aquellos temas apenas habían sido tocados durante la larga estancia en la isla, y que todavía consideraba un poquito inadecuados. Claro, no es como si pudiera evitarlo, lo llevan en la sangre después de todo.

— Está bien, omma. No es como si fuera una niña aún. Tengo conciencia de muchas cosas. Y el sexo es una de ellas.

— Ng, no quiero que te juntes más con DongSun.

— ¡Appa! Ya te he dicho que DongSun y yo no tenemos esa clase de relación~.

— Pero puede pasar. No me fío de ese muchacho con sangre híbrida, y menos porque también lleva sangre Park.

— ¿Qué con mi linaje? — El azabache preguntó, entrando recién en el salón. Su familia estaba en el comedor terminando el desayuno.

— Yo solo venía a decir que el desayuno está servido~. — La menor Jung dijo, saliendo precipitadamente de ahí.

Park intercambió miradas con Jung y Mokomichi, los hermanos Kim por otra parte estaban abandonando también el salón.

— Entonces, ¿por qué mi estirpe salió a colación?

Jung suspiró.

— Tus nietos seguro serán igual de pervertidos que tú, lo presiento.

— ¿Nietos? ¿Qué nietos? Ellos son más como mis sobrinos.

— Deja de tratar de negar la realidad. Eres abuelo, Yoochun. Igual que yo, no es nada del otro mundo.

— Soy muy joven.

— Soy más joven que tú. Y no me preocupa.

— Como sea, cuál es el problema con mi sangre.

— Solo me preocupa que DongSun vaya a saltarle encima a mi Joo Min repentinamente.

— Incluso si lo hiciera, si tu hija no quiere nada con DongSun seguro sabrá defenderse. Es tu hija justamente, no cualquier chiquilla.

— Me asombras, Yoochun.

— ¿Por qué?

— Porque no estás haciendo tanto escándalo. ¿Te sientes bien? ¿Seguro de comenzar la batalla final?

— Mierda, sí. Tengo suficiente quebradero de cabeza con uno de tus nietos yendo tras el trasero de mi hijo.

— No parece que Chung-Hee sea tan indiferente a los avances de Kentaro, ¿cuál es el problema?

— Chung-Hee realmente no le ha dado alas, sabes.

— Tampoco lo ha rechazado apropiadamente. Son más como perros y gatos, peleando todo el tiempo pero a su manera, parece que se entienden, así que por qué no solo les dejas ser.

— Sí, sí. Me ocuparé de ese asunto después, ¿te comunicaste con Nínive ya?

— Todos los preparativos están listos. Solo debemos comenzar. Por cierto, Hayami.

El teriántropo casi sintió como si recién se dieran cuenta de su presencia.

— Sí, Yunho.

— En lo posible, evita cualquier herida en tu contra.

— Lo sé. Luken no debe tener mi sangre.

— Exacto.

En el comedor…

Como era de esperarse, cierto híbrido Jung-Ogazawara estaba pretendiendo ser un poquito acaramelado con su no-novio. Y cierto Park estaba practicando mejor que nunca su capacidad de actuar indiferente.

— Chung-Hee~ hazme un poco de atención.

Suplicó con tono cariñoso, siendo ignorado totalmente.

El resto de los presentes reía a costa suya, algunos otros les ignoraban deliberadamente también. El lobo Kim suspiró, igual que el menor Ogazawara. El instinto materno era, después de todo, más fuerte que el simple despiste.

— Kentaro, ya es suficiente cariño.

— Pero omma…

— Suficiente, Kentaro. — Advirtió. Y vio a su hijo bajar la cabeza. Es más, juraría que le veía orejas gachas. Como un lobo regañado. — Aunque es híbrido, ¿no debería actuar predominantemente como vampiro? Bueno, su padre es vampiro después de todo. ¿Tan fuertes fueron mis genes?

— Chung-Hee, ayúdame con esto.

— Sí, omma.

El menor Park siguió a su progenitor a las cocinas, dejando en el lavatrastes un montón de ellos. Después silenciosamente el Adalid entró, pero únicamente por unas bolsas de sangre que tenían en la nevera, era momento de que todos los vampiros se alimentaran apropiadamente antes de partir.

— Chung-Hee, en unos minutos todos los clanes tomaremos caminos diferentes. Y ya sabes, estamos conscientes de que no todos podríamos regresar.

— Omma…

— No es que sea pesimista, pero debe haber un poco de espacio para esa realidad en nuestro pensamiento. Además… — El castaño suspiró… — Lo que quiero decir es, no sabes si volverás a reunirte con Kentaro.

— Claro que lo haremos.

— Deseo que sí. Y lucharemos para que sea así, pero… Chung-Hee, mi consejo como madre es que seas un poco más honesto contigo mismo. Habla con él, y despídete apropiadamente.

El menor Park selló los labios. No quería hacer lo que su progenitor le pedía. Pero tampoco podía ignorarlo. Luken no podría ganarles, no a todos. Pero, claro que sí, todavía existía una posibilidad de que no todos volvieran.

— Mierda. — Maldijo por lo bajo, saliendo de las cocinas y jalando al híbrido Jung-Ogazawara en su paso por el comedor.

Le arrastró hasta una habitación donde pudieran hablar a solas, el híbrido le miraba contrariado, casi preocupado por la mirada ansiosa en los ojos del lobo.

— ¿Qué? ¿Estás enfadado?

— ¿Te parece que lo estoy?

— No, pero entonces, ¿por qué de pronto me has traído aquí, Chung-Hee? Me hago vagas ilusiones.

— Escucha, y hazlo muy bien.

— Ok~.

— No estoy bromeando, Kentaro.

— Tampoco yo. Tengo los oídos bien abiertos.

Incluso si resultaba un poco cómico, cuando el híbrido tiró de sus orejas para mostrarle cuán atento estaba, al final lo único que el lobo hizo fue suspirar, topar su frente con la ajena y cerrar los ojos.

— No es que no me gustes, ¿bien? Y besarme contigo es genial, incluso llega a ser muy excitante.

— Suficiente, me voy a emocionar si sigues hablando así, Chung-Hee.

— ¡Shh! No he terminado. Como decía, no es que no me gustes, pero… — Suspirar profundo, abrir los ojos y sentir que le tiembla el corazón cuando se encuentra con la honesta mirada del otro… — Kentaro, no estoy enamorado de ti.

— Oh. — Dijo, sus ojos titubearon entonces. Y su corazón dio un vuelco.

— Espera, espera. No es tan malo, ¿sabes? Es decir…

— Suena bastante malo para mí. — Dijo, interrumpiendo el diálogo del lobo. — Es decir, te gusto pero no me quieres, suena a una atracción pasajera. No es como si eso esté bien para mí, porque yo realmente te amo, Chung-Hee.

El menor Park retrocedió cuando las manos del híbrido le empujaron. Al parecer la conversación estaba terminando ahí. Sin embargo, él todavía no terminaba de hablar, así que cuando el híbrido abrió la puerta para marcharse, él la cerró de golpe otra vez.

— Chung-Hee…

— ¿Por qué tomas decisiones por tu cuenta, Kentaro? Siempre eres así.

— ¿Qué?

— Nuestro primer beso sucedió como sucedió porque tú así lo quisiste. Y cada uno de los besos que le siguieron han sido de la misma manera. Nunca esperas por mis reacciones, no tienes paciencia para que mis sentimientos evolucionen. Incluso si ahora no puedo jurar que estoy enamorado de ti como tú lo estás de mí, todavía estoy seguro de que voy en ese camino.

— ¿Qué?

— Estoy diciendo que hoy no puedo decirte las mismas palabras que me acabas de soltar hace un minuto. Pero, mi corazón latió un poquito más acelerado, y tal vez lo encontré absurdamente emocionante. Y, solo para que lo sepas, no tienes permitido morir en la batalla, ¿entiendes?

— ¿S-sí?

— ¡Dilo con convicción!

— ¡Sí!

— Y solo para que quede claro, ¡no pienso ir abajo!

— ¿Qué?

Antes de que el joven híbrido pudiera decir nada más, fue el joven lobo quien le besó. Era esa la primera vez que se besaban por iniciativa del lobo. Así que, como era de esperar, las emociones del híbrido explotaron como auténtica fiesta de fuegos artificiales. Abrazarle y alargar el beso, además de multiplicarlo por muchos más, la consecuencia natural.

— Maldición, siempre tomas ventaja, Kentaro.

— Es solo que te amo, Chung-Hee.

— Deja de decirlo.

— Estamos por partir así que, concédeme un deseo, ¿sí? No importa que no me ames todavía.

— Qué mierda.

— Sé mi novio.



Definida la estrategia, todo lo que quedaba era, por supuesto, ejecutarla. Los clanes están listos, cada uno de ellos entrenado para matar. Literalmente, saldrían de ahí con instinto asesino, y los sentidos bien afilados para diferenciar aquellos que merecerían el yugo de su juicio, y los que podrían tener una segunda oportunidad, pero sobre todo, para reconocer a aquellos que probablemente no serían más que inocentes esclavos arrastrados hasta ahí contra su voluntad.

Luken no es, después de todo, muy diferente de otros como Yang o Katoh, ni siquiera sus ambiciones se diferencían tanto de las que tuvo alguna vez Génesis. No, si en algo Luken tenía razón es en que es mejorado, en que tiene mejores genes, inteligencia, recursos, capacidades. Pero algo en lo que es idéntico a ellos es en sentirse superior, y cuando aquella imposición está anclada al pensamiento, ya tienen por default una desventaja. Además de ello, es tan lascivo como cualquier criatura de la noche, y Luken, por más que renegara de aquella descendencia suya, es todavía un licántropo. Y los licántropos tienen la libido encendida prácticamente todo el año. Por lo tanto, Luken tenía un harén, y aunque ha sido difícil ubicar su escondite, finalmente lo han ubicado. Y por ahí comenzarían el ataque. Quitarle sus amantes, sería desesperarle un poco al menos.

— Yo lo sé muy bien. — Se permitió bromear el castaño. Mirando de soslayo a su amante.

Park sonrió con suficiencia. Aunque una parte de su mente todavía guardaba ira por aquella ocasión en que uno de los suyos se atrevió a ponerle una mano encima a su amante. Yiang siempre estaría en sus recuerdos como el tipo que merecía la muerte más dolorosa por haberse atrevido a tener el anhelo de poseer a su amante. Aunque se hubiera tratado de un peculiar amor retorcido de parte del licántropo.

Cuando hayan terminado su parte, no se detengan a absolutamente nada, vayan de inmediato al siguiente punto.

Sí, Yunho. Lo tenemos claro.

En serio, Yoochun, no te entretengas en absolutamente nada.

Park quiso preguntar por qué la insitencia, pero después lo entendería. Porque Luken es más inteligente, estratega, manipulador. Y por esa misma razón, de alguna forma, lo consiguió. Clonar al mismísimo Zhang Yiang.

— Yoochun.

— Lo sé, no me distraré con nada. — Park siseó con los ojos inyectados de ira. La escena en uno de los monitores de la sala de operaciones de este lugar no mostraba el origen de la misma. Pero el azabache está seguro de que cierto Jung amigo suyo debe saberlo. — Ese maldito Yunho debió tomarme la delantera.

— Vámonos, Chun.

— Sí, sí. Vamos, chicos.

— ¡Sí! — Escuchó a su estirpe responder. Todos ellos luciendo prácticamente igual.

Las ropas rasgadas y llenas de sangre, el mismo olor que flotaba en el lugar. Ahí donde un montón de cuerpos inertes han sido apilados sin miramiento alguno por los lobos. No solo los mayores, sino sus hijos y nietos también. Chung-Hee finalmente probó la sensación de la victoria real, de la sangre del enemigo, la sensación de poder. Su sangre estaba hirviendo, su mano temblaba de emoción por la gloria.

— ¡Chung-Hee! — Su padre le llamó.

Y ha sido suficiente para arrancarle del pequeño palacio en que se había escondido, probando la superioridad propia de un rey. No, de un Dios.

— No eres un Dios, Chung-Hee, ¿entiendes? — Su madre dijo, consciente de la mirada en los ojos de su hijo menor.

— Lo hago, omma.

— En serio, cariño. El poder de la victoria es traicionero, si bien somos superiores a la mayoría en este mundo, todavía debes entender tu lugar.

— Lo tengo, omma. ¿Terminaste el sermón?

SooYun fue quien golpeó el costado de su hermano. El menor la miró con furia.

— Baja la mirada cuando hablas con omma, cachorro.

— Maldición SooYun, eso dolió.

— Y dolerá más si vuelvo a atraparte siendo tan imbécil.

— ¡Qué!

Los progenitores sonrieron un poco mientras tomaban camino hacia su segundo objetivo. detrás, un incendio consumía hasta el último trozo de la villa donde Luken había tenido a sus amantes, viviendo como auténticos reyes y reinas. La mayoría de ellos fueron asesinados, y solo un puñado puesto a salvo por lo que eran, inocentes.


Honestamente el Diurno no ha esperado esto. No debía ser así. Nínive tendría que ser quien enfrentara esta batalla, porque él ha querido evadirlo sin importar qué. Y, sin embargo, ahí estaba él, parado frente a aquella vampiresa que décadas atrás fuera un obstáculo en su camino con Jaejoong. Es más, en ese momento le preocupaba más la forma en que el pelioscuro pudiese tomar parte de esto, que decidir si exterminarla o tratar de razonar con ella.

— ¿Desde cuándo tomaste parte de esta guerra, Zhenli?

— Debería saberlo, Adalid. Nunca renuncié a mis más profundos deseos.

El Diurno afinó la mirada, no era momento de un ridículo enfrentamiento entre dos grandes clanes por él.

— Zhenli, apártate.

— Siempre lo has pedido, Yunho. Porque siempre elegiste a Jaejoong más que a nadie.


Una de las grandes incógnitas era descubrir cómo Luken ha logrado clonar a aquellos que décadas atrás perecieron. Incluso Nima estaba sorprendido, durante el tiempo que permaneció a lado de Luken hizo todo lo posible por obtener información como aquella, pero sin duda el científico loco era más inteligente y precavido de lo que pensaron.

— En pocas palabras, le subestimamos.

— No es culpa nuestra, hermano. No somos criaturas perfectas, diferentes y superiores en algunas formas tal vez, pero así mismo Luken lo es también. Lo importante ahora es ocuparnos de nuestra parte. Ubicamos todos sus laboratorios, reducirlos a escombros y cenizas es nuestra prioridad.

— ¿Realmente son todos? Si logró ocultar esto, ¿cuántas cosas más no permanecen en secreto también?

— Es por eso que tenemos poderosos aliados. Nima, no es momento para titubear. ¿Quieres que te ponga el ejemplo, hermano?

— No seas tonta, Nyoko.

Ver a los únicos hermanos teriántropo en acción, no tenía precio. Verlos actuar era equivalente a magia y arte fusionadas. Hermosamente destructivo.


Cuando HyunKi se percató de cuán cercano era su poder con el de este clon de Luken, comprendió que estaban acercándose a su presencia original. Los ataques de la criatura eran certeros, poderosos, peligrosos. Más de alguno lo ha alcanzado, algunas partes de su cuerpo incluso persisten en dolor, algunos rasguños tardan en desaparecer y su sangre, definitivamente ha sido probada por su enemigo.

Pero cuando este Luken quiso escapar con aquellas muestras obtenidas, la otrora perdida presencia del Gen del Dragón sacudió el edificio. Tenshi se había transformado, después de largo tiempo sin tener que recurrir a este poder, en el Dragón Negro.

— ¿Por qué parece que Luken quería esto?



Luken había obtenido una pequeña, muy pequeña muestra de sangre de Mokomichi durante aquel enfrentamiento en que casi es secuestrada Chiasa. Cuando el entonces todavía considerado híbrido abandonó la van en la que sería trasladado, se olvidó de las balas especiales que Kurt, el sicario de Luken, usara para atacarle durante su primera transformación con el poder del dragón. Si bien aquella bala no le había hecho mayor daño al híbrido, fue suficiente para encapsular en su interior una mínima cantidad de sangre. Tan diminuta que Luken no fue capaz de clonarla, pero sí de hacer a partir de ella un suero para aumentar sus habilidades. Este suero no era eterno, sin embargo, Luken lo sabe. Por lo que estuvo esperando durante todo ese tiempo para usarlo, pero ahora que Mokomichi está frente a su guarida principal, es inevitable beberlo.

Y sentir el impresionante poder correr por sus venas.
Esa será la batalla final.



Continuará. 


...

...

¡Y así como dice la entrada! ¡El fic entra en recta final~! 

¿Les ha gustado? ¿Ya superamos la muerte de Kenryu? ¿Al menos ya no me quieren matar a mí ;D? 

Espero que en realidad les guste el fic, a pesar de los cambios, del largo hiatus y de todos los pormenores ;D 

Mil gracias a las personas que se toman su tiempito para dejarme rw, o mandarme mensajitos en la página de fb *3* aprecio mucho el apoyo con sus palabras.

Y así, nos leemos en el sig cap

Ya Ne! 

5 comentarios:

  1. Changmin es un pillín, bien que quería probar de todas las formas y tamaños xD
    Me encantará leer cuando el Yunjae se encierre por días xD
    Ojalá q CM quede embarazado de HM

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  2. Pero que capítulo más caliente!! El HayaMin haciéndole competencia al YooSu y YunJae, ahora soy muy feliz, espere tanto que ellos estuvieran juntos y enamorados, muchas gracias Felina!! Ahora vienen las batallas, espero que todo salga bien y todos terminen felices!! Espero el siguiente capítulo, gracias por tu inspiración, deseo que siga igual

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  3. No lo siento lo intente pero no no pude u.u

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  4. Changmin se unio al club de nuevo.... esta en sus venas ser impulsivo y dejarse llevar por sus instintos... son tan lindos, apasionados e irresistibles...
    todos tienen un pasado y no solo es enfrentarlo una vez, si no lo dejas ir vuelve... yoochun y yunho están enfrentado aquello por lo que casi pierden su felicidad....
    los juvenes amores y la primera sensación de victoria.... el menor park ya va en camino de tomar el control de sus emociones....
    tenshi esta en peligro no!!!!!... ahi si sifro mucho con lo que adoro a este niño...
    me dejaste mas intrigada que nunca y de paso ya se acerca el final.... quiero pero no... mil gracias por compartir tu talento con nosotras XOXO
    matta ne... <3

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  5. Gracias por este capítulo cada vez me emociona más!!! Ya tan pronto recta final /.\ como terminará esto???

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