Bonus 3

BONUS

CLAN MOORE-GUBLER

Cuando Reid y Derek dieron la noticia a sus gemelas de que se mudarían a Estados Unidos, Emma estuvo resentida. Su relación con DaeHyun no podría continuar si tal distancia se plantaba entre ellos. Sin embargo, tampoco podía negar la voluntad de sus padres, y aunque se le ofreció la oportunidad de quedarse y recibir su apoyo económico para la universidad, la muchacha prefirió seguirlos a ellos.

— Ya perdí 18 años sin estar contigo, papá. No me hace daño pasar en cambio otros 18 viviendo bajo tu tutela y cobijo.

— Eres tan buena chica, Emma.

— Lo sé, a que te sacaste el premio mayor eh papá.

El vampiro gladiador se rio de buena gana, abrazó a su hija y estuvieron ahí un rato, haciendo el tonto. Por su parte, Reid estaba terminando de organizar los datos para transferir su responsabilidad a ChangMin y Junsu en la nueva organización instaurada por Yunho y los otros. Olivia estaba terminando de empacar sus cosas, y estaba notoriamente entusiasmada con la idea de vivir en un país extranjero.

Cuando el día de mudarse llegó, Derek y Reid invitaron a Tenshi y Hyun Ki a comer en un restaurante de la ciudad, por supuesto, sus trillizos y las gemelas estaban ahí también. La intención verdadera ha sido permitir a Emma y DaeHyun despedirse en un entorno amable.

— ¿No deberías consolar a Olivia, Keitaro?

— ¿Te piensas que está bien que lo digas de esa manera, Kentaro?

— Solo digo, así no serías el único soltero de los tres.

— No es como si la soltería fuera algo malo, idiota.

— Pero Olivia es linda. ¿O eres gay y no nos has dicho?

— El único gay de los tres eres tú, no te hagas ideas raras. Y sí, sé que Olivia es linda pero no tengo esa clase de sentimiento por ella.

— A Takeshi tampoco le gusta en sentido romántico, y DongSun está saliendo con JooMin.

— ¿Es necesario que alguno de nosotros salga con ella?

— No es eso. Es que habría sido genial que todo quedara en familia, ¿no?

— Lo dicho, eres un idiota Kentaro.

Mientras los dos hermanos seguían discutiendo tonterías, Olivia en realidad se aburría en la reunión familiar visto que su hermana estaba de manita sudada y cariñosa con DaeHyun. Aparte de eso, sus papás y los del trillizo estaban enfrascados en lo que parecía una interesante conversación sobre genética. Seguramente su madre había iniciado el tema y de alguna manera ha conseguido atraparlos en el mismo.

— Olivia está que se duerme, por qué tus hermanos son tan tontos que no le hacen conversación, DaeHyun ah.

— Lo siento, no es posible quitarles lo tonto. Omma y appa se preocupan a menudo también, particularmente por culpa de Kentaro. y Keitaro suele seguirle la corriente, así que no hay forma de ayudarlos.

Emma soltó una risita, y se acomodó más cerca mientras bebe de su latte y aprovechan la bonita vista de un jardín botánico en la azotea del restaurante donde han comido. Es tan exclusivo el lugar, que además de ellos había un par de parejas más en el lugar, con la suficiente privacidad para tener un momento romántico sin interrupciones.

— DaeHyun ah.

— ¿Sí?

— Vamos a tomarnos algunas fotos aquí, ¿sí? El lugar es precioso.

— No más precioso que tú, Emma.

La muchacha gimoteó con aire caprichoso, le estampó un beso en la mejilla y luego suspiró.

— Cómo voy a hacer sin ti, ¿eh? Voy a extrañarte mucho, mucho.

— También yo a ti. Pero ya lo prometimos, ¿cierto? En algunos años, cuando ambos hayamos terminado nuestras carreras y madurado un poco más, sin duda viviremos juntos. Además, tanto tú como yo tenemos tiempo que queremos compartir con nuestros padres.

— Es cierto. No vayas a darle demasiados dolores de cabeza a mis suegros, ¿entendido?

— Todavía no te propongo matrimonio y ya me manipulas. Debo quererte mucho, Emma.

— ¡Pero claro que me quieres mucho~! Igual que yo a ti.

Y mientras la joven pareja se besaba con el sol brillando en el horizonte, en el piso de abajo Olivia terminaba mandando mensajes a Joo Min y EunMi, terriblemente aburrida. Kentaro estaba tratando de sonsacarle a su hermano su tipo ideal de mujer, y los mayores seguían enfrascados en conversaciones que en ese momento a ella no le interesaban.

— EunMi, desde que superaste tu corazón roto por mi hermano, ¿te ha interesado alguien más? — Joo Min preguntó en el chat.

— Es verdad, ya nunca mencionaste el tema después de que lo hablaste con SooYun. — Añadió Olivia.

— ¿Por qué me están preguntando de pronto eso?

— Quiero saber. — Dijo Olivia.

— Tengo curiosidad. — Agregó Joo Min.

— No me he enamorado de nuevo. No es tan fácil. Pero puedo decir que hay varios chicos en la universidad que están muy guapos~.

— Que tu padre no sepa, ni tu omma.

— Es verdad, mi hermano es celoso, lo lleva en la sangre. Y ChulSoo oppa tiene su lado también.

— Ustedes son las que preguntan.

— Bien, bien. De todas formas la única entre nosotras que ya tiene pareja eres tú Joo Min, no puedes ver a otros chicos con interés.

— No los veo con interés. Y no estamos hablando de mí. Es más, ustedes dos deberían darse la oportunidad de salir. Solo salir, ya saben, citas.

— No, gracias.

— ¡Al menos piénsalo, EunMi!

— Cuando esté en Estados Unidos, voy a intentarlo.

— Así se habla, Olivia.

— ¿Cariño? Olivia.

— ¿Eh? Ah, omma, ¿qué pasa?

— Nos vamos ya.

— Oh. — Apresurada, se despidió rápidamente de sus amigas.

Luego se dio cuenta de que Tenshi estaba riñendo por lo bajo a Keitaro y Kentaro; que su padre con Hyun Ki estrechaban las manos y que su hermana llevaba un collar alrededor del cuello con un dije discreto pero bonito. DaeHyun no soltó su mano hasta que tuvieron que abordar camionetas diferentes, y al despedirse lo hicieron con un pudoroso beso en los labios.

Cuando su padre arrancó camino al aeropuerto, las gemelas finalmente comprendieron el verdadero significado de la despedida. De la distancia y de la nueva vida que habrían de comenzar lejos del lugar en el que, por apenas algunos meses, sintieron como hogar.

…

La vida en Estados Unidos fue transcurriendo lentamente, para Reid y Derek no era un lugar nuevo, Virginia ya había sido su hogar antes después de todo. Es solo que ahora es otra casa, otros vecinos, con sus hijas. De todas formas, se fueron adaptando a su ritmo. Reid ha optado por dejarle a su amante todo lo relacionado con TINDÓMË, y él ha comenzado a trabajar como profesor en la Universidad de Virginia, donde sus gemelas también se han matriculado, aunque no coincidirían en ninguna clase pero tal vez en alguna conferencia.  

En casa rara vez coincidía la familia entre semana, pero los fines de semana eran reservados para compartir el tiempo. Los sábados pasaban el día fuera, casi como si fueran turistas conociendo la ciudad, y los domingos solían encargarse de la limpieza en casa, de dormir un poco más y pasarla en pijama, hacer el vago y comer todo cuando se les antojaba.

Así transcurrieron los primeros dos o tres meses, hasta que las gemelas comenzaron a querer pasar los fines de semana juntas, salir con amigos a comer o bailar.

— Me duró poco el gusto de tenerlas para nosotros.

— Pienso que duró bastante, considerando la edad de las chicas, Derek.

— Es verdad.

El vampiro gladiador se quedó viendo a su amante, que parecía muy concentrado en el reportaje que estaban dando a temprana hora en la televisión, algo sobre política ambiental y recuperación del equilibrio natural. Eso, hasta que la mirada de su amante lo inquietó.

— ¿Qué sucede, Derek? — Preguntó, tratando de no avergonzarse, aunque fallaba en el intento. Como siempre.

— Te noto diferente.

— ¿Eh?

— Tu musculatura, ¿has estado ejercitando, Reid?

— Ah, eso. — Aclaró la garganta, sintiéndose de pronto más avergonzado. — Emma y Olivia lo sugirieron.

— ¿Por qué?

— Bueno, inicialmente yo dije que quizá estaba demasiado delgado, pero que me era difícil hacer músculo. Así que nuestras hijas se encargaron de mostrarme cómo.

— ¿Por qué no me dijiste a mí?

— Pues, porque quería sorprenderte, creo.

— ¿Crees? — Dijo, su amante le evadió la mirada. — Reid.

— Quiero estar más, a tu nivel. O algo de eso.

El gladiador no pudo evitar una risita, no había burla en ella.

— Reid, tu complexión es así. Y sobre niveles, ¿quién dijo que no estamos a la par? No seríamos felices juntos si no lo estuviéramos.

— No, pero. Tú eres muy fuerte, me encantan tus músculos. Y eres tan sexy.

— Estoy halagado pero también preocupado ¿Querías ser sexy, Reid?

— ¡No! No. Es decir, no exactamente.

El gladiador sonrió de nuevo, entonces sí con un poco de alevosía.

— Reid, ¿te estás poniendo celoso por alguna razón?

— No.

— ¿Yo debería sentirme celoso?

— ¡Qué!

— Me pregunto, ¿quieres lucir más sexy? ¿provocarme celos?

— ¿Cómo llegamos de mi intención de ejercitar a provocarte celos o querer ser sexy?

— Bueno, eso me pregunto. Si te pones más sexy me vas a enloquecer. — El gladiador vio claramente en la expresión de su amante que no entendía el por qué. Así que el largó un suspiro. — Reid, ¿alguna vez pones atención a tu alrededor?

— Siempre lo hago.

— No prettyboy, no en sentido analítico o racional. Sino más en cómo las personas te miran a ti.

— Yo, no entiendo a qué te refieres.

— A que tú eres atractivo, mujeres y hombres voltean a mirarte siempre. Si te pones más sexy, y trabajando en la Universidad, donde cientos de personas te miran todos los días, naturalmente me pondré muy celoso. Por eso, no pongas demasiado esfuerzo en ello, ¿quieres?

Las mejillas del inteligente vampiro se tinturaron graciosamente, extendiéndose hasta sus orejas cuando de pronto se supo de espaldas sobre el sofá, con su amante mirándole significativamente.

— Extraño a nuestras hijas, pero pensándolo bien, hace mucho que no tenemos sexo despreocupado, Reid.

— Hazlo despacio, Derek. Tenemos tiempo.

Una vez que el más joven accediera tan hábilmente, el de tez negra no tenía duda. Este chico nació para hacerle feliz, para mostrarle lo que el amor verdadero es.

— Claro que sí, prettyboy.  

Cuando Derek hacía el amor con Reid se sentía en la gloria, le gusta la forma en que su piel clara se sonroja por todas partes, y aún más la manera en que su amante se estremece bajo su toque, o cómo gime cuando empuja su cuerpo y entra tan profundo en él que arquea la espalda y rasguña su espalda, como si necesitara afianzarse a él para mantener la cordura, una pizca de ella al menos. Ese algo que le recuerde que están vivos, que unirse en cuerpo fortalece el vínculo del alma.

Le gusta lamer sus gotas de sudor, gemir en su oído y provocarle con su voz áspera. Le gusta escucharle gemir en respuesta, que se aferre a su cintura con las piernas y llore, literalmente, por más. Le encanta cómo le seduce siendo únicamente él, sin más restricción que su propia lujuria, su pudor olvidado y las ganas de ser follado hasta saciarse.

— ¡Derek, ngh~!

Obviamente, a Reid también le gusta hacer el amor con Derek. Perderse entre sus brazos y sentir que se le derrite el cerebro. Le fascina la forma en que sus neuronas se desconectan y todo en lo que puede enfocarse son las sensaciones a flor de piel. Le gusta sentir la febril temperatura de su piel ahí donde le toca, beber su sudor en cada beso y tocar el cielo con la punta de los dedos en cada embestida.

Y por supuesto, aman el encuentro sexual cuando entierran sus colmillos en la piel ajena, cuando pueden alimentarse mutuamente y el orgasmo casi les pilla por sorpresa.

Les gusta también, saber que una vez nunca es suficiente, que cuando hacen el amor exploran varias posturas y descubren cómo disfruta más su compañero. A Reid le gusta cuando se lo hace por detrás y empuja con fuerza, le gusta que toque profundo y revuelva su interior con su prominente falo. A Derek le encanta cuando Reid no deja de gemir su nombre y llora en placer, cuando suplica que le de más o que no se detenga.

Entenderse en sus actos sexuales es lo mejor de todo, porque así es como se conocen como pareja. Y es que después de todo ese tiempo, Reid aun se mostraba inseguro en ocasiones. Derek lo intuye incluso si no siempre se lo dice con palabras. Y a veces, las palabras llegaban a ser un poco más difíciles de tratar.

— Derek.

— ¿Sí?

— ¿Realmente crees que estaremos juntos para siempre?

— Claro que sí, ¿por qué lo preguntas?

Abrazados y cobijados por una manta, la pareja de vampiros estaba tomando un breve descanso después de haberlo estado haciendo por horas, tanto que ya era de madrugada. Las grandes y callosas manos del vampiro de tez negra se deslizaban suavemente por el hombro de su amante, le acariciaba con figuras sin sentido y trazaba la línea de su silueta.

Reid pestañeó lindamente, dio media vuelta y se recostó en el musculoso pecho de su amante. Derek continuó acariciándole la espalda, los brazos, los hombros. Su calor era sencillamente relajante, tan increíble que a veces tenía el pensamiento de permanecer así toda una vida.

— El otro día las chicas me preguntaron cómo podía estar tan tranquilo cuando eres amigo de Jaejoong.

— ¿Qué hay de malo en…? Oh, ¿ellas saben?

— Sí.

— ¿Tú les dijiste?

— En la isla, mientras aprendían a controlar su sed de sangre, lo vieron en la memoria de mi sangre por accidente. Y, solo les dije que en la antigua Roma tú eras un gladiador formidable que tuvo una breve relación con otro de su especie. Creí que se habían olvidado de eso, pero cuando me lo preguntaron días atrás, ellas se preguntaban si nos habíamos marchado de Seúl porque me siento inseguro.

— Reid.

— Me pregunto, ¿accedí a regresar porque me siento inseguro? ¿Es por eso que necesitaba ejercitarme? ¿Lucir mejor para ti?

— Reid, no necesitas nada de eso. ¿No te he demostrado lo suficiente que te amo?

— No es eso. No eres tú, probablemente solo es esa minúscula parte de mi cerebro que no puede soltar la realidad de tu pasado. Quizá, solo estoy siendo egoísta y envidio no haber estado ahí en tu pasado. En el fondo, así como has tenido todos mis primeros, hubiera querido tener los tuyos, Derek.

— Ven aquí prettyboy.

El gladiador solo pudo besarle, apretarle en su abrazo y hacerle otra vez el amor. Porque nunca encontraría lo necesario para llenar ese pequeño vacío en el corazón de su amante, nunca podría darle a su razón esa seguridad que simplemente perdieron en el tiempo. Si él pudiera, también le habría dado todos sus primeros. Pero la historia había sido así para ellos, sus destinos simplemente habían tardado en coincidir. Y esa, sería la sombra con la que tendría que seguir adelante. Por la eternidad.

…

Cuando todos se reunieron con motivo del nacimiento de las gemelas de HyunShik y Byung Hyun, probablemente Emma fue la más feliz con el viaje, porque finalmente pudo reunirse con su novio después de seis meses lejos. Estaban tan emocionados que casi se olvidan del motivo principal de la reunión, con suerte habían entregado sus regalos y felicitaciones antes de perderse en su inocente nube rosa.

Durante aquella reunión Chiasa percibió una peculiar magia emanar desde su madre. Ligeramente asombrada, avanzó hasta él y le abrazó cariñosamente sin más.

— ¿Qué? ¿Chiasa?

— Omma~.

— Sí, qué.

Chiasa besó la mejilla de su madre. Después fue e hizo lo mismo con Mokomichi.

Ninguno entendió el comportamiento de la menor Ogazawara.

Hasta que un par de semanas después una prueba de sangre reveló el estado de gestación del vampiro morocho.

Ambos pensaron que había sido solo Chiasa, pero en realidad, había sido algo más cercano a un milagro, incluso si ella había intervenido, el propio poder mágico de su padre como teriántropo había estado interfiriendo, hasta ese momento.

Porque claro, Chiasa es la bruja de jade. Y Mokomichi, un teriántropo con sangre de híbrido y el poder de un dragón. 

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El siguiente es el último bonus~ 

Gracias por leer~ 

Ya Ne!