BONUS
CLAN OGAZAWARA-MOKOMICHI
Para
ChangMin despedirse de todos sus hijos era extraño, pero era parte del ciclo de
vida. Quizá lo que le extrañaba era que se sentía pronta la despedida,
considerando que él junto a su hermano Jaejoong y su fallecida hermana Chae Yun
habían vivido durante décadas en el Palacio del Este bajo el cobijo y mandato
de WonDae, anterior Adalid del Clan Kim, y un padre estricto en la mayoría de
los recuerdos del morocho. Claro que esos tiempos y los de ahora eran
diferentes, y probablemente el hecho de que sus hijos sean tan independientes
sea motivo.
—
Estás pensativo, ChangMin.
—
Sí, lo sé. Es porque no me acostumbro a que ninguno de mis hijos esté más en
casa. Tengo que confesar que esperé que Chiasa se quedara más tiempo con
nosotros, pero mírala, quizo ir y vivir por su cuenta.
—
Lo hará bien. Además, es la mujer más poderosa del mundo entero, si algo fuera
mal sería la primera en defenderse y avisarnos.
Los
amantes estaban en el jardín creado por el teriántropo en su nueva casa, que es
un piso exclusivo en uno de los edificios que pertenecen al Clan Kim y en el
que solo hay algunas oficinas administrativas de la organización en los pisos
inferiores, que para esa hora de la noche de todas formas estaban vacías. Ellos
ocupan el último piso, y tienen parte del mismo destinado al jardín, una
pequeña terraza y una alberca de adecuado tamaño. Solían salir ahí
particularmente en noches como esa, cuando alguno de ellos sentía que necesitaba
relajarse y respirar el aire nocturno.
—
No estoy precisamente preocupado por su bienestar. Es, algo diferente.
—
¿Te sientes solo?
El
vampiro morocho selló los labios. De pronto se daba cuenta de que si admitía
así como así que se sentía solo sin sus hijos, su amante podría sentirse
menospreciado. O que probablemente pensaría que ya que son los hijos que
concibió con Kenryu, su ausencia enfatizaba la de su fallecido amante también.
—
ChangMin ah, no te lies solito. Entiendo que te sientas solo sin tus hijos. No
me molesta para nada, es muy diferente estar con tu amante a hacerlo con tus
hijos.
—
No quiero decir nada que puedas malinterpretar, Hayami.
—
Ya no malinterpreto nada, ChangMin. Porque por fin tus sentimientos y los míos
están en el mismo lugar del sendero. Tu destino y el mío se armonizaron. Así
que siéntete libre de confiar en mí, si quieres hablar sobre cómo tus hijos han
dejado la cueva, te prestaré mis oídos para ello.
—
¿Incluso si me quejo de ellos?
—
Si es lo que mi amante quiere hacer.
El
vampiro morocho sonrió, luego fue y actúo mimado con su amante, refugiándose en
su abrazo por unos instantes, antes de comenzar a soltar algunas quejas de sus
hijos.
—
Quien más me tomó por sorpresa fue Chiasa. Realmente pensé que ella querría
quedarse a vivir con nosotros al menos unos años más. Que Min Jee y Lotus estén
viviendo juntas me tiene impactado también, esas chicas son tan aguerridas en
dupla que las admiro. Young Mi en cambio había propuesto compartir piso con su
hermana, pero Chiasa se negó desde el principio.
—
Solo quiere independencia. Quizá tuvo demasiada atención de niña.
—
Bueno, todos la consentíamos demasiado. Sobre todo Tenshi.
—
Al menos no quiso ir y vivir con su hermano favorito entonces.
—
Hubiera sido muy extraño ¿no? Ya que Tenshi vive con su familia.
—
Si lo piensas detenidamente no hubiera resultado tan extraño, tu familia estaba
acostumbrada a compartir techo. Me refiero a tu hermano Jaejoong y tú, con sus
respectivos hijos vivían juntos en el Palacio del Este, ¿no? Cuando llegué con
ustedes, incluso Yoochun y su familia estaban ahí.
—
Por circunstancias atenuantes. Bueno, sí, también porque la relación familiar
era un magneto entonces. No significa que ahora hayamos dejado de ser igual de
unidos que antes, claro.
—
Ni siquiera lo pensé. Pero creo que está bien para todos continuar vidas por
separado. Se aprende mucho más de esa manera, ChangMin.
—
Sí.
Luego
de pronto hubo silencio. El vampiro estaba muy cómodo en el abrazo de su
amante, mirando la vista nocturna de la ciudad desde su nueva casa. Le gusta
también el jardín que el teriántropo ha diseñado y acomodado con sus propias
manos, le gusta cómo puede mirar las estrellas y contemplar en silencio la luna
llena. Todo se sentía tan bien, que casi parecía un sueño.
Uno
del que nunca querría despertar.
—
ChangMin ah.
—
¿Sí?
—
Tus cinco hijos son maravillosos. Kenryu y tú criaron seres hermosos, de buenos
sentimientos, con un gran respeto por los mortales. E incluso si él no estuvo
ahí para ayudarte con Chiasa, ella le tenía presente. Kenryu te dio una familia
hermosa.
—
Tú eres parte de esta familia, Hayami. Los chicos te respetan, y bueno, ya
sabes que para Chiasa eres su papá.
—
Lo sé.
Sonriendo
con cariño, Mokomichi quiso transmitirle que no era como si no se sintiera
parte de ella. O que no se sentía cómodo con el trato que le ofrece la menor
Ogazawara.
—
Estoy agradecido por el amor que Kenryu te dio. Aunque una parte de mí siempre
será egoísta y envidiará el momento que pasó contigo, mi agradecimiento es
superior. Porque él te dio lo que yo no puedo, ChangMin.
El
vampiro enfrentó el rostro de su amante, y sin poder conciliar esa realidad de
sus vidas, solo pudo besarle con finita ternura, con ese amor lánguido y dulce
que sacude todas sus emociones.
—
Gracias, Hayami, por ser el hombre que eres, por amarme tanto, por aceptar mi
pasado, estar en mi presente y conciliar mi futuro. Quisiera poder darte un
hijo también, uno que lleve tu sangre y la mía, y puedas sentir el inmenso amor
que el vínculo biológico ofrece.
—
Si estás a mi lado, puedo vivir la eternidad sin conocer ese amor, ChangMin.
El
vampiro le besó de nuevo, dejándose hacer cuando las manos del teriántropo
trazaron camino bajo sus ropas, tibiándole la piel lentamente hasta encenderle
el corazón. Esa noche hicieron el amor con parsimonia, casi como si estuvieran
descubriéndose de nuevo, se acariciaron hasta el último recoveco, besando y
amando cada centímetro de piel. Se amaron como si ese momento fuera efímero pero
al mismo tiempo eterno.
Se
amaron con la certeza de que, para ellos, esta era la segunda oportunidad que
el destino había diseñado para ellos.
La
que han construido juntos.
No
sabían, que esa noche lo que ambos deseaban, sucedió.
Que
esa noche, las embestidas pacientes y profundas, los románticos gemidos, las
cómplices miradas y los apasionados besos, eran más que el contacto íntimo para
comunicar sus sentimientos, fue el puente decisivo en la concepción de un milagro.
Por
eso, cuando el vampiro morocho sintió esos conocidos cambios en su cuerpo, no lo
pensó, se hizo un examen de sangre. El primer resultado lo inquietó, era
claramente un positivo pero no pudo sacarse de la cabeza la seriedad con
que Mokomichi siempre aseguró que para él era imposible tener hijos, así que lo
hizo una segunda y hasta una tercera vez.
—
Esto es, increíble. — El vampiro morocho sonrió, todavía incrédulo pero
emocionado.
Feliz.
Si
estaba 100% correcto, él podría darle a su amante lo que tanto deseaba.
No
solo su amante, sino él mismo.
Luego
tuvo un ligero sentimiento de culpa, efímero como un sueño que se pierde en los
recuerdos. Él no duda, Kenryu no le culparía por seguir adelante. Por amar a
otro hombre, porque Hayami era como él en una sola cosa: amándole. Así que estaba
bien, era justo, merecido por ambos, tener un hijo propio, sangre de ambos.
—
Gracias. Gracias. — Dijo.
No
sabe exactamente a quién agradece, al recuerdo de su primer amor, al destino, a
su segunda oportunidad de amar. A todo. El vampiro llora en ese momento, de un sinfín
de emociones y sentimientos, se permite esos minutos para sí mismo, para tocarse
el vientre y sentirse feliz.
Después
toma una ducha, prepara la cena, se viste como si fuera una ocasión especial y
espera. Espera la llegada de su amante, que sucede cuando el crepúsculo cubre
la ciudad. El teriántropo se sorprende por el camino de velas encendidas desde la
entrada hasta la salida a la terraza, le sorprende la mesa para dos puesta en
el jardín, los platillos preparados como bocadillos, el vino espumeante y su
apuesto amante esperándole ahí, con ese aire seductor que le invita a acercarse
en silencio, besarle con calma, abrazarle y sujetar firme su cintura, su nuca. Besarle
hasta que sus deseos salgan a flote y el vampiro termine sentado en la mesa,
sirviendo como plato para los alimentos que el teriántropo degusta con
parsimonia.
—
Hayami~.
—
Qué.
—
Hayami, es positivo.
—
¿Qué?
—
Estoy embarazado.
Mokomichi
levantó la mirada, buscando los ojos de su amante. El vampiro sonreía como
nunca le había visto hacer, y ni siquiera podía describirlo, pero era hermoso.
—
¿Qué dijiste, ChangMin?
—
Que estoy esperando un hijo. Tuyo, Hayami.
—
¿Cómo? Eso no. ¿En serio?
—
Sí. Sí, sí. Vamos a ser papás, Hayami.
El
teriántropo sonrió feliz, y mientras se inclinaba besándole de nuevo,
compartieron un beso salado, un beso con sabor a lágrimas de alegría y dicha. Y
de esa misma manera hicieron el amor esa noche, entre lágrimas de felicidad y
placer.
…
Cuando
ChangMin reunió a sus hijos para celebrar la buena nueva de su embarazo, todos
los clanes se reunieron en casa. No, en realidad se han reunido en el comando
central visto que a esas alturas en casa de ninguno podían reunirse todos.
La
sorpresa no fue solamente el embarazo del vampiro morocho, sino también la
forma en que todas las familias se han relacionado entre sí. Y cierta tensión
en uno de sus hijos y nieto en particular. Por supuesto, se trata de Tenshi y
Kentaro, el menor Ogazawara se pregunta si el mayor Park se olvidará en algún
momento del atrevimiento de su hijo al enamorarse y tener sexo con el cachorro
Park.
—
Omma, ¿por qué appa sigue molesto con Kentaro?
—
Ignóralo Chung-Hee. Tu padre es un alfa que difícilmente se saca el instinto de
encima.
—
Sí pero, no entiendo cuál es el problema. En el sexo no es solo una persona la
que disfruta ¿cierto? Incluso si ambos somos hombres, es normal que ambos
tomemos el rol dominante y pasivo, ¿verdad?
El
castaño suspiró. Claro que era normal pero, ¿cómo decirle? Que para él siempre
ha existido únicamente el rol receptor.
—
Solo déjale ser, cariño. Ya se le pasará.
El
menor Park asintió, pero de todas formas no estaba conforme. Así que en la
primera oportunidad que tuvo fue y buscó otro consejo. Con su hermano ChulSoo
quien, a falta de ganas para explicarle con detalles, le respondió franco y sin
rodeos.
—
Omma siempre ha sido el pasivo con appa. Para papá es un tema delicado por no
entiendo exactamente qué razón. Si alguna vez omma ha sido dominante, nunca nos
dimos cuenta y obviamente no lo contaría. Si me preguntas a mí, es normal que
Kentaro y tú exploren su sexualidad como quieran, a papá se le pasará en algún
momento.
—
Omma dijo lo mismo, que lo dejara ser. Pero ChulSoo hyung, ¿qué hay de ti?
—
¿Eh?
—
Con Kenji hyung ¿también has sido quien se lo hace?
—
¡Eso no te importa~!
—
¿Por qué te sonrojas?
—
¿Por qué piensas que es sumamente normal de estos temas? Y estamos celebrando el
embarazo de tío ChangMin~.
El
menor Park volvió a sentirse un poco inconforme con las respuestas recibidas. Tardaría
algún tiempo darse cuenta de que en el mundo todavía existía algo conocido como
pudor, y otras cosillas como la prudencia, oportunidad, tiempo y más detalles
que tendría que aprender a respetar para tener una mejor comunicación con la
gente, su familia incluída.
…
Cuando
el vampiro morocho estuvo cerca del parto, el teriántropo comenzó a quedarse en
casa con él, tomándose unos días de descanso en el trabajo para eso. Todos los
días le visitaba alguno de sus cinco hijos, Chiasa iba todos los días.
—
¿Ya eligieron el nombre?
—
Sí.
—
¿Puedo saberlo?
—
Koharu. Será Mokomichi Koharu.
Chiasa
sonrió, conforme con la decisión de sus padres. Se sentó junto a su progenitor
y acarició el abultado vientre, una patadita le saludó por encima de la tripa,
y ella se sintió repentinamente más emocionada. Era así desde que su hermanito
había comenzado a moverse en el vientre de su madre.
—
Cuando nazcas, voy a cuidar de ti Koharu. — Le platicó con tono cariñoso. — Seré
una hermana ejemplar~.
ChangMin
sonrió ante la actitud de su hija, mientras que en la cocina su amante
preparaba la cena para todos. Eran días tranquilos, mucho. Pero había noches en
que el vampiro morocho despertaba sudoroso, más pálido que de costumbre y con
ojos ansiosos. Quizá porque, cuando tuvo a Chiasa, por esa época Kenryu desapareció.
Cuando estas pesadillas lo asaltaban, Mokomichi le abrazaba, acunaba su vientre
y le llenaba de besos, no hacía promesas ni vanos juramentos. Solo sabía que
sí, que estaría ahí con él para siempre.
…
El
día del nacimiento del primer bebé concebido por un teriántropo, toda la
familia se ha vuelto a reunir, ya que el vampiro había decidido tenerle en
casa, la asistencia de Reid para el nacimiento fue bienvenida. El pequeño expresó
su primer llanto con fuerza, pero en cuanto estuvo en el pecho de su madre
se tranquilizó. Mokomichi también estuvo ahí, y no pudo evitar las lágrimas que
le resbalaron por las mejillas cuando les vio. Su amado, su hijo.
—
Hola Koharu, bienvenido al mundo. — ChangMin le dijo con voz suave, besando la
pequeña frente y mirándole con finita ternura. — Mira, papá está aquí. ¿Quieres
ir con él? — Dijo, invitando con la mirada a su amante para que le cargase.
Mokomichi
no lo dudó, le cargó con sumo cuidado, sonriente y encantado.
—
Hola bebé, bienvenido a casa, Koharu. — Besándole dulcemente la frente, el
teriántropo se sentó en la cama junto a su amante, dejándose envolver en esa
burbuja unos instantes.
Después,
poco a poco el bebé fue presentado ante el resto de la familia, de los tres
principales clanes de criaturas nocturnas. En tanto, Reid ha hecho lo que
ChangMin le pidiera, tomó una prueba de sangre y la analizó, quieren conocer la
naturaleza del pequeño.
Cuando
Reid obtuvo los resultados se los llevó a la primera oportunidad a ChangMin
para que viese con sus propios ojos los mismos. Y más tarde el vampiro lo dio a
conocer a su amante.
—
Esto puede considerarse un híbrido también, ¿no?
—
Bueno, es el primer teriántropo-vampiro con genomas del primer híbrido, supongo
que es natural ya que la sangre de Kenryu se unificó a la tuya cuando te dejó
su legado. Así que sí, Koharu es un híbrido también. Pero de una generación
única, el primero en su especie.
—
Koharu estará bien, ¿verdad, ChangMin?
—
Claro que lo estará. Nos tiene a ambos para acompañarlo durante su crecimiento.
Vamos a descubrir juntos sus habilidades, y ayudarle a aprender, Hayami.
—
Sí, tienes razón. — El teriántropo le abrazó, ambos en la habitación de su bebé,
que dormía plácidamente. — Te amo, ChangMin.
—
También te amo, Hayami.
…
Con
los años, Hotaru habría sido el primero de los integrantes de la nueva generación
de criaturas nocturnas. Porque las chicas Ogazawara conocerían la maternidad en
algún momento, y lo haría también la menor Jung tras varios años de matrimonio
con DongSun. Y la gemela Park con Nima conocerían tal dicha, siendo entonces su
hija la segunda bebé concebida con un teriántropo. Y nacerían más como ellos,
porque HyunShik tendría un tercer hijo con Byung Hyun; y las gemelas Moore-Gubler
concebirían al mismo tiempo también con sus respectivas parejas, siendo DaeHyun
y Keitaro los afortunados padres.
EunMi
y Takeshi, los Ogazawara-Park, encontrarían el amor con mortales, y
tendrían hijos con ellos, escribiendo su propia historia en las interminables
páginas de las criaturas de la noche.
Sobre
Chung-Hee y Kentaro; bueno, después de años de relación, todavía estaban considerando
la paternidad, ya que tras los estudios que se realizaron se descubrió que
ambos podían, de hecho, embarazarse.
—
¿Quieres ser madre de nuestros hijos?
—
¿En serio me estás preguntando, Chung-Hee?
—
¿A quién más le iba a preguntar? Idiota.
—
Pues, mis recuerdos son bastante claros, y en nuestra primera vez ¡no preguntaste
nada!
Oh
sí, el menor Park también lo recordaba con claridad.
Porque
en aquel entonces él solo tenía prisa por sentirse todo un adulto, y además era
sumamente curioso. Así que después de descubrir los juguetes sexuales de sus padres,
y tras días de mucho drenarse el cerebro, la joven pareja había terminado en un
hotel, usando la mejor habitación disponible.
Kentaro
estaba emocionado, como un niño que conoce por primera vez el interior de una
suite. Lo que, no era mentira. Era la primera vez que entraba en una.
—
Casi parece un departamento.
—
Supongo. ¿Vas a dejar de mirar todo para que hagamos lo que vinimos a hacer?
—
No eres nada romántico, Chung-Hee~.
—
En el fondo así te gusto.
El
joven híbrido gruñó, pero no refutó porque era cierto. Y ni era tan en el
fondo, el lobo le gusta y punto. Así que se dejó hacer cuando el lobo comenzó a
besarle y desnudarle, sin mucho juego previo y sí algo ansioso y hasta torpe. Al
menos hasta que le empujó sobre la cama y se instaló cómodamente entre sus
piernas.
—
¿Mh? ¿Voy a ir abajo?
—
Sí. Me lo haces después, ¿no quieres?
—
Sí, quiero. Pero ¿por qué parece que estás a punto de meterlo ya?
Chung-Hee
enarcó una ceja cuando su novio retrocedió, casi escapando de sus garras.
Pero lejos de escapar, simplemente le extendió una botella de lubricante y preservativos.
—
¿No te parece innecesaria tanta preparación?
—
Pues no. Oye, está bien que la tienes un poco menos grande que yo pero…
—
¿Qué dijiste? — Chung-Hee preguntó, apretado la base del pene de su novio.
—
¡Ng! ¡Mierda, eso duele!
—
Repite lo que dijiste, Kentaro.
—
¡No te pongas sensible! Además, no es mentira. Y dije menos grande ¡ya
sé que tu pene es grande!
El
agarre del lobo aflojó, y su mano comenzó a moverse arriba y abajo, masturbándole
lentamente, excitándole otra vez.
—
De todas formas, Kentaro, somos criaturas nocturnas, sanamos rápidamente.
—
Ng~ ¿quieres entrar sin prepararme?
—
Sí. — Dijo, mientras rozaba su erecto falo contra el orificio entre las nalgas
del híbrido.
Kentaro
jadeó expectante, honestamente curioso también.
—
De acuerdo, puedas entrar sin dilatarme primero, pero al menos pon lubricante ahí.
—
¿Quieres hacerlo por mí? — Sugirió, con una mirada lasciva que el híbrido jamás
le había visto.
—
¿Te salió de pronto vena pervertida?
—
Ya sabes quienes son mis padres, así que.
El
híbrido le pateó ligeramente el costado ante tal respuesta, luego fue él quien
derramó lubricante sobre el falo de su novio, frotándolo para esparcirlo a lo
largo y ancho, después respiró profundo.
—
¡Ng! ¡Mierda! ¡Más despacio, despacio Chung-Hee~!
—
Lo estoy haciendo despacio, Kentaro.
—
¿Ya está todo dentro?
—
No voy ni a la mitad.
—
¡Ng! ¡Mejor prepárame!
—
Sopórtalo un poco más.
—
¡Nada, nada de romanticismo, Chung-Hee!
—
No es tan pequeño ahora, eh.
—
¡No dije que era pequeño! ¡Menos grande que la mía, menos!
El
menor Park sonrió perverso, se relamió los labios, masturbó el pene de su novio
y cuando le escuchó jadear excitado, empujó su pelvis entrando por completo.
—
¡Mierda! ¡Avísame, idiota!
—
Si te decía te ibas a tensar más.
El
híbrido respiró laboriosamente, colocando inconscientemente las palmas de sus
manos contra los pectorales de su novio. Aunque más parecía que le estaba
pidiendo esperar antes de moverse. Pero claro, su novio no estaba haciendo nada
de lo que esperaba, así que cuando él comenzó a moverse, fue y le clavó las
uñas en el pecho, arañándole hasta hacerle sangrar, aunque rápidamente las
superficiales cortadas desaparecieran y la sangre apenas le manchara de carmín
la piel.
—
Ng, esto se siente muy bien, Kentaro.
—
N-no, creas que tanto, ng.
—
¿No te gusta? — Dijo, balanceando un poco más fuerte su pelvis.
—
¡Ng~! Fuiste muy bruto, Chung-Hee.
—
Puedes ser bruto conmigo después también.
El
lobo se inclinó para besarle, los labios del híbrido estaban calientes, el
interior de su boca igual. Y no le soltaron durante todo el acto sexual. Besándole,
lamiéndole, mordiéndole. Las quejas pasaron a segundo plano y prevalecieron los
gemidos. Esos que pronuncian el nombre del otro y los que piden por más hasta
que el éxtasis los alcanza y derraman sus semillas.
—
Te olvidaste del condón, tonto.
—
Pero me corrí fuera, así que no te quejes.
—
Mi turno.
—
Deja que me reponga un poco.
—
¿No eres un lobo alfa, Chung-Hee? — Dijo con tono sórdido, provocándole a propósito.
Luego
le empujó bajo su cuerpo, sonriendo con repentina alegría. El menor Park evitó
responderle con palabras, pero ya que estaban en ello, le demostraría que era
un alfa digno de su casta.
—
¿Qué demonios estás haciendo, Kentaro?
—
¿Cómo qué? Voy a prepararte, amorcito~.
—
¡Demonios, no necesitas!
El
híbrido le palmeó las nalgas, luego lucharon un poco y al final el lobo terminó
de pecho a la cama, con la lengua de su novio moviéndose en su cavidad anal,
provocándole sensaciones raras pero excitantes. Luego la lengua fue suplantada
por dedos y lubricante, cuando entraban y acariciaban su interior, los labios
del híbrido recorrían su espina dorsal, le lamía la sudada piel y mordisqueaba
aquí y allá.
—
Tu interior está palpitando, Chung-Hee. Y aprietas mis dedos cuando te froto aquí.
—
Cállate, apúrate y entra ya.
—
¿Por qué tan impaciente?
El
lobo gruñó. Pero luego volvió la mirada hacia un lado, donde el rostro de su
novio aprovechó para besarle largo, húmedo, caliente.
—
No es suficiente con tus dedos. Me hormiguea todo el cuerpo, quiero más
Kentaro.
Cuando
el híbrido le escuchó sintió una oleada de placer correrle de pies a cabeza. Apartó
sus dedos con un húmedo chapoteo, y así, sin permitirle darse la vuelta o incorporarse,
se colocó sobre su trasero, con las rodillas a los lados.
—
¿Qué diablos intentas, Kentaro?
—
Follarte como lo pediste, Chung-Hee~.
Acostado
y apresado por las manos del híbrido sobre sus hombros, el lobo decidió dejarle
hacerlo como quisiera, después de todo antes él también lo hizo como quiso. Sin
embargo, cuando sintió el tronco duro entre sus nalgas, inconscientemente tragó
hondo. Luego respiró profundo y gimió áspero conforme sintió que le penetraba. Demasiado
consciente de cada trozo de carne dura y caliente entrando en él. De la forma
en que su propia carne palpitó alrededor del mojado falo.
—
Prepárate, Chung-Hee, apenas estoy comenzando.
Le
susurró al oído, mordiendo su oreja cuando alejó la pelvis para luego dejarla
caer con ímpetu.
—
¡Ng! — Gimieron ambos.
Gemido
que se repitió una y otra vez conforme las embestidas del híbrido continuaron marcando
la apretada cavidad del lobo. El chocar de la pelvis contra las nalgas, el
chapoteo húmedo, el calor, el placer. Todo se arremolinaba en el ambiente
provocándoles más deseo y lujuria.
En
algún momento no fue suficiente, y Park terminó de costado, con una pierna
elevada mientras a su espalda el Jung-Ogazawara azotaba su trasero embistiendo fervientemente,
al tiempo en que le masturbaba y le mordía el cuello, chupando de su sangre y
sintiendo el orgasmo cerca.
—
Ng, Kentaro, ¡más!
—
Estoy por llegar, Chung-Hee.
—
¡No te atrevas a correrte antes que yo!
—
¡Ngh!
Recuerdos.
De esos que con el pasar del tiempo no pierden frescura en el pensamiento.
—
Te corriste antes que yo, Kentaro.
—
Pero tú te corriste en mi boca cuando te lo hice oral, Chung-Hee~.
—
Cállate, imbécil. De todas formas, ¿qué te parece si tengo nuestro primer hijo?
Luego tú traes al segundo al mundo.
—
Bueno, me parece. Pero espera, ¿tu papá no va a arrancarme la yugular si te
embarazas primero? — Dijo, temblando y todo.
—
¿Le tienes miedo a mi papá? — Se mofó el menor Park.
—
Es precaución, precaución Chung-Hee~.
—
Entonces ven, voy a follarte hasta que puedas tener a nuestros
cachorros.
—
¡Espera! ¿¡No iba a embarazarte primero!? ¡Chung-Hee~!
Algunas
parejas nacían simplemente para complementarse.
Incluso
en las sombras.
Esas
sombras del destino que eran más confusas a medida que las criaturas de la
noche evolucionaban.
…
En
la residencia Park-Kim, el azabache saboreaba la piel de su amante con
parsimonia, sin saber que las probabilidades para ampliar su clan de lobos
de la luz aumentaban a medida que amaba y era amado. Por su pareja, por sus
hijos, por sus nietos.
Y
sucedía igual para el Clan Jung-Kim, cuyo liderazgo en el Concilio de Sangre
era notorio. Y celebraban sus victorias haciendo el amor como a ellos tanto les
gustaba, algo salvajes y en lugares insólitos.
En
tanto, ChangMin ni siquiera pensaba en cuán bendecido había sido por el
destino, habiendo dado a luz a seis hijos, cinco de los cuales ya le han dado
nietos. Y uno de ellos quien, entrando a la adolescencia, apenas comenzaba a
mostrar su verdadera naturaleza, transformándose a voluntad, con una velocidad
superior a la de cualquier otra criatura nocturna, y un profundo respeto por la
naturaleza.
—
¿Qué haces ahí, Hayami?
—
Vigilo a Koharu.
—
Déjalo en paz, no es como si fuera a hacer algo inapropiado con esa linda
jovencita.
—
No, pero es que.
—
Ven, aliméntame.
Y
mientras Mokomichi dejaba que su amante mordiera su cuello y se alimentara de
su sangre, él no dudaba en cargarle en vilo, gemir ronco y apretarle el
trasero. Estaba dispuesto a hacerle el amor.
E
intentar, una vez más, concebir otro hijo.
FIN
¡La saga ha concluido!
Muchísimas gracias por haberme acompañado en otra travesía, tuvo muchos altibajos, y tomó más tiempo del esperado terminarlo, pero debo decir que estoy satisfecha con el resultado.
Incluso si hay cosas que no fueron descritas, aspectos sin detallar, espero que hayan disfrutado de estos bonus, de esta historia.
Ya Ne!
Ash no pyedo oonitor monitos aki pero fue algo asi ajcdjfgjelhgsnfbhflek fkeljcgkelshdbkek djvgkslffkwlshvf inserte rsnita kermit lokita *------*
ResponderEliminarLo ame asibmucho mucho ese final con tdos felices es un señor final ����������
Us no su pusieron as caritas ewe
ResponderEliminar♪ヽ(*´∀`)ノ👏( 'ω' )👏( 'ω' )
♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Simplemente digno y perfecto final!!! Que pasó con el alternativo?? Jajajaja gracias por dejarnos saber detalles de Chung-Hee y Kentaro, me encantó esa pareja, el HayaMin con bebé, simplemente todo felicidad!! Mi serie favorita, está trilogía, es muy buena!! Gracias por tu trabajo esfuerzo y amor al YooSu y a todas las parejas, esperaré por más historias, eres la mejor!! 👏👏👏
ResponderEliminarMuchas gracias por fantástica serie!!! Fue por demás fantásticas cada una de las historias de principio a fin, creo que todos reímos, lloramos, nos angustiamos, nos emocionamos, pasamos por las emociones habidas y por haber muchas gracias!!!
ResponderEliminarse les cumplio el deseo son una familia compleja pero funcionan a la perfeccion... me alegro por hayami me encanta la forma en que controla las cosas y ve a la unidad... pero como todo buen seme y padre le sale los celos jejeje...
ResponderEliminargracias por el vistazo a la vida de todos... las nuevas familias... voy ha extranar esta historia pero adoro las conclusiones que son inicios.... besos y abrazos a la distancia... ea hora de dormir (^^♪...
matta ne~... <3