THE
DARKNESS OF THE HEART
Cuando el ninja dio
media vuelta y se alejó, la menor Ogazawara tenía una expresión serena en el
rostro. Ella esperaba esta respuesta.
— Chiasa.
— Omma.
— Quiero hablar
contigo.
— ¿Ahora?
— Sí. Ahora, a
menos que no puedas.
La muchacha agitó
la cabeza en negación. Y siguió a su progenitor hasta un salón castillo
adentro. Salvo algunos muebles llenos de telarañas y polvo, este salón parecía
estar destinado a nada, probablemente considerado como el salón de los
desperfectos, ya que los muebles aquí estaban rotos o desgastados.
— Te escucho, omma.
— Chiasa, dime la
verdad, ¿estás tramando algo?
La jovencita
sostuvo entonces la mirada de su progenitor. Había en los ojos del morocho un
sentimiento que ella entendía bien, y que le aguijoneaba el corazón de una
forma dolorosa.
— No sé de qué
hablas, omma.
La muchacha dijo,
sin evadir en ningún momento los ojos de su madre.
El vampiro suspiró, y cruzando los brazos finalmente desvió un momento la
mirada.
— Una semana. Ese
tiempo acordamos para ir tras Luken. Pero estás lista para marcharte mañana.
Así que no me digas que no sabes de lo que hablo.
Chiasa ni siquiera
se inmutó. Pero tampoco pronunció palabra alguna. Su madre suspiró de nuevo.
— ¿No me tienes
confianza?
El vampiro no
obtuvo una respuesta.
— ¿Qué te pasó,
cariño? Cuando eras niña me contabas todo, eras tan apegada a mí.
— Crecí, madre.
Dijo. Un ultimátum
que presionó contra los sentimientos del vampiro. Cuando la jovencita comenzó a
alejarse, sujetarla por el brazo fue una reacción maternal. Puro instinto. Los ojos del vampiro entonces sí que
fueron mucho más honestos. Había furia y tristeza en ellos, como una tormenta a
punto de desatar el mismísimo infierno, y una culpa que caía como gotas de
lava, quemando todo a su paso.
— No quieres esta
pelea, madre.
El morocho tensó la
mandíbula. Sabe que no tiene caso, que a la fuerza no le sacará ninguna
confesión. La relación entre ellos había cambiado mucho en la isla. La linda
pequeñita que le robaba cada día el corazón, era ahora una adulta fría y
severa. Como una simple asesina. Pero todavía su preciosa hija. Sangre de su
sangre. Muestra del amor que una vez Kenryu Ogazawara le profesó
incondicionalmente.
…
No era, sin
embargo, el vampiro morocho el único con necesidad de entablar conversación con
su estirpe. El lycan Park también ha ido finalmente en busca de su hijo. Le ha
encontrado en el bosque, practicando tiro en un improvisado campo, su puntería
con armas de gran alcance era envidiable. Ha acertado en el blanco a una
distancia impresionante. Sin siquiera tener que usar la mira del rifle de
francotirador.
— Buen disparo. —
Park dijo. Y su hijo chasqueó la lengua con malhumor. — Gran arma, ¿tú le
hiciste las modificaciones?
— Sí. — El menor
respondió. Preparando otra munición en el cañón de su rifle. Decidido a ignorar
la presencia de su padre.
De esa manera
realizó un segundo disparo. Y un tercero, y varios más. Cada uno de ellos dio
justo en el blanco. Repetidas veces. El azabache torció una sonrisa apenas
perceptible. Sabe que su hijo está presumiendo
delante de él. Después de todo es un joven lobo alfa, retando al líder de la
manada. Park solo debía asegurarse de no caer en su juego.
— Chung-Hee, ¿vas a
decirme por qué no quieres hablar conmigo?
— No es como si
tuviéramos algo de lo que hablar, ¿o sí?
— Pues, sí. Muchas
cosas. Debe haber miles de ellas ya que en 18 años no estuve ahí para verte
crecer.
— Bastante
conveniente para ti, ¿no? Escudarte en la responsabilidad de evitar que Luken
tome poder y abandonar a omma.
— Yo no abandoné a
Junsu. Ni a ti o a tus hermanos. Tomé una difícil, muy difícil decisión. — Park
casi bramó las palabras. Podía tolerar otras razones, pero jamás permitiría que
le acusasen de abandonar a su familia.
— ¿Qué era tan
difícil sobre elegir quedarte?
— Chung-Hee…
— No tienes idea de
lo que se siente crecer sin un padre. Con la presión de ser cada día más hábil,
más fuerte, más inteligente, madurar con prisas. — Siseó, cortando cualquier
otro argumento que su progenitor pudiera decir.
— No queríamos nada
de eso. — Admitió, con mucho pesar, a decir verdad.
Él sabe que la
razón por la cual nació Chung-Hee y los otros no fue justa, que Chiasa fue un
poco o un mucho egoísta; pero también es verdad, al fin de tan torcido destino,
que él ama saber que tiene un hijo más. Y aceptaría el precio si pudiera tener
todavía más, no lo niega, quiere dejar legado, aumentar la línea sanguínea de su Clan.
— ¡Pero lo
hicieron! ¡Tú no tienes tampoco idea de lo que se siente nacer sin haber sido
deseado!
— Eso no es verdad.
— ¿No? — El joven
lobo sonrió con ironía. — ¿Qué? ¿Resulta que sí? ¿Que esperaban tenerme?
El menor Park dejó
su rifle a un lado, encarando con feroces ojos a su padre.
— Junsu y yo
queríamos tener más hijos. Pero no podíamos. No sabíamos exactamente cómo nacieron
tus hermanos.
— Claro. Esa fue
decisión de Chiasa. Y con ellos quién, ¿Génesis? Es así como se llamaba la madre de todos, ¿no? — El joven lobo
sonrió entonces aún más, ha presenciado una expresión de desconcierto en su
padre. Y lo ha saboreado como auténtico elixir en los labios. — 18 años en una
isla, padre, recibimos bastante
adiestramiento, la historia estaba incluida en las asignaturas.
— Chung-Hee. No es
fácil ser nosotros. El futuro del mundo recae sobre nuestros hombros, nos guste
o no.
— ¡Pero yo hubiera
querido elegir!
— Chung-Hee.
— ¡Ustedes no
entienden! ¡No quieren entender! — Furioso, el joven lobo se lanzó
intrépidamente al ataque entonces.
El azabache recibió
la embestida de su hijo bloqueándole con los antebrazos. La fuerza, sin
embargo, fue superior a la que el lycan hubiera imaginado. El menor arremetió
una segunda vez. Y muchas más después de esa. También era veloz. Certero, como
una máquina asesina. Park no conocía algunos movimientos, no eran típicos de
nadie que hubiera enfrentado hasta entonces. Eran más efectivos, más letales.
Un pequeño hueco le
bastó para devolver el embate, la experiencia todavía le valía al lycan mayor.
El joven lobo se quedó sin aliento el tiempo suficiente para ser sometido bajo
la fiereza de su padre. El Louxsna se ha revelado ante sus ojos, por primera
vez, e impuesto su liderazgo. Las fauces no vacilan, pero sin duda lo que ha
impuesto cierto respeto en el joven lobo, es la intensa mirada. Aquellos ojos,
realmente le intimidaron.
— Suéltame, papá.
El menor dijo, voz
ronca y a media voz. A corta distancia el rumor de pisadas. Dos juegos de
ellas. El rostro del Louxsna se aproximó al de su hijo, gruñó y mostró los
fieros colmillos. El corazón del joven Park aumentó la carrera. Hubo un
momento, efímero pero real, en que pensó que su progenitor le mordería el
cuello. Pero en cambio, el imponente cuerpo del Louxsna se alejó, y descansó
sobre las extremidades traseras. Unos segundos después el castaño llegaba,
acompañado por uno de los trillizos Jung-Ogazawara.
— ¡Pedazo de
idiota! ¡Qué narices pretendías, Chung-Hee!
— No me grites,
Kentaro.
— ¡Te grito todo lo
que me de la gana! ¿¡Pelear con tu padre!? ¿¡Se te fundieron las neuronas por
tanto darle vueltas!?
— ¡No es de tu incumbencia!
— ¡Lo es, idiota!
¡Soy tu novio! ¡Claro que me incumbe!
Cuando el joven
híbrido soltó aquello, la mirada del Louxsna cambió. Viajando de inmediato
hacia el cuerpo del mencionado. El menor Park abrió los ojos de par en par,
presa de un sentimiento desconocido. Por otro lado, el centinela suspiró,
presionó el puente de su nariz y fue directo a abrazar al enorme lobo.
— Yoochunnie~
vuelve, ¿sí? — Dijo con tono suave. El Louxsna gruñó, las patas traseras
impulsando la anatomía lobuna. — Chun, no es momento para un arranque de celos
paternos. Compórtate.
En tanto el
centinela intentaba mediar entre su amante y los jóvenes, el menor Park
conseguía dilucidar algunas de sus emociones. Una extraña mezcla de vergüenza,
rabia y presunción. Fulminó al trillizo con la mirada y luego miró fugazmente a
su padre, apartando los ojos mientras se acerca al trillizo y le jala del brazo,
alejándose de ahí con él.
— ¿A dónde me
llevas? ¿Por qué me estás arrastrando? Oye, di algo, carajo.
— ¡Cállate de una
puta vez, Kentaro! ¡Idiota!
— ¡El único idiota
aquí eres tú, Chung-Hee!
— ¡Vete a la
mierda!
— ¡Después de ti!
Mientras el par de
jóvenes se alejaba gritando tal cantidad de maldiciones y amenazas, la pareja
de lobos se quedaba rezagada. El Louxsna conserva la figura animal, la mirada
del centinela es gentil. No, más bien parece divertida. Tararea mientras le
acaricia el pelaje del pecho y espera pacientemente a que su amante vuelva a su
forma humana. Lo que sucede varios minutos después. Cuando ni el rumor de las
voces de los jóvenes queda, pero sí la efímera estela de sus aromas.
— ¿Novios? — Park
finalmente pregunta, afilando los negros ojos.
— Bueno, no estoy
seguro. — Kim acepta, le toma una mano y juguetea entrelazando los dedos. Está sonriendo,
como un jovencito pillado en plena travesura.
— ¿No estás seguro?
— Gruñó. — ¿Y cuándo pensabas decirme?
— Pues… — El
centinela canturrea, agita lindamente las pestañas. — No pensaba hacerlo~. No me
correspondía, quería que tú y Chung-Hee primero se llevaran bien, y después
confiaba en que él te lo diría.
— ¿Así como me lo dijo
ChulSoo cuando comenzó a salir con Kenji?
— Vamos, Chun~.
— No es cuestión de
confianza. Mis hijos, por alguna razón, no me cuentan esa clase de cosas.
— ¿Será porque eres
un papá celoso?
— Precavido. —
Acotó. Muy convencido de que era el señalamiento adecuado. — La pareja debe ser
aceptada por mí, por supuesto.
Kim soltó una
risita, moviendo la cabeza de un lado a otro con gesto resignado. Luego dejó
que su amante le envolviera la cintura y comenzaran a andar de regreso al
castillo.
— Entonces, ¿no son
novios?
— Formalmente,
parece que no.
— Ese chico,
Kentaro, parecía muy seguro.
— Debe ser porque
él está seguro de lo que siente por tu hijo. Es Chung-Hee quien es un poquito
complicado. Debió heredarlo de ti. — Añadió, con un pequeño y lindo mohín de
reclamo.
— ¿A mí? Pero si
desde el momento en que te conocí supe que estabas hecho para mí, baby.
— Qué mentiroso, no
es lo que recuerdo, eh.
— Ok, ok. No entremos
en los detalles escabrosos de esa parte de nuestra historia juntos, baby. Pero
¿Kentaro es buen chico? Ya sabes, es bueno para Chung-Hee.
— Yo creo que son
tal para cual. Justo lo que nuestro hijo necesita.
— Bien. Voy a
confiar ciegamente en tu juicio.
El centinela se apartó,
mirándole honestamente sorprendido.
— Los 18 años
pasaron para mí, pero ¿por qué eres tú el que está tan cambiado, Chun?
¿Enfermaste? ¿Es algo incurable?
Park se rio de
buena gana, atrayéndole de nuevo y echando a andar.
— ¿No dijiste que
me comportara? Me está costando mucho, sabes. Todavía podría ir detrás de ellos
y hacerle unas cuentas advertencias a ese jovencito.
— Ibas tan bien,
Chun.
— No me provoques,
entonces. Yo me sigo portando bien, y todos felices, ¿bien?
— ¿Debería
premiarte?
— Oh sí. Con mucho
sexo, baby.
— Eso es lo que
hemos estado haciendo~. Es más, siquiera has hablado con tus nietos.
— ¿Nietos? ¿Qué
nietos? Soy demasiado joven para ser abuelo. Son como ¿mis sobrinos?
Fue Kim quien rio
de buena gana entonces.
— Estás igual que
Jaejoong. Pero vamos, somos inmortales, ser abuelos no es nada. ¿Has hablado
con ellos, o no?
— No mucho. Pero ayer
me uní a uno de sus entrenamientos, EunMi es bastante hábil en el combate
cuerpo a cuerpo, y DongSun y Takeshi se mueven como si fueran uno solo, les da
ventaja al pelear.
— Es verdad. Y
EunMi es una chica muy dulce.
— ¿Oh sí?
— Sí, se parece a
mí~.
— Ya me preocupé.
— ¡Por qué~!
— Será acosada por
cuanto pervertido encuentre allá afuera.
— Tonto.
— En serio. Junsu
ah, honestamente, ¿no eras consciente de cómo provocabas la libido de
cualquiera? Digo, en el grupo Sentinela un montón de tipos querían devorarte.
— Pues yo solo
recuerdo a cierto licántropo devorándome
incluso en plena fortaleza Sentinell.
El azabache se
inclinó, lo suficiente para rozar su nariz con el cuello de su amante,
susurrándole palabras sucias al oído. Pese a responder siempre a las insinuaciones,
y a tener una libido bastante activa hoy día, el castaño todavía era capaz de
sonrojarse como en ese momento, teñir el rostro de carmín hasta las orejas.
— ¿Debería
aprovechar su actual temperamento para hablarle de SooYun? — Pensó,
sintiendo los dedos de su amante acariciar sinuosamente su espalda. — ¿Y si le digo cuando esté sumido en un
orgasmo?
— ¿Qué estás
pensando, baby?
— Nada.
Una mentira.
Pequeñita. Piadosa.
Blanca.
…
Un par de días
atrás, SooYun había buscado a su omma
casi con desesperación. Claro, después de ser una tía comprensiva para EunMi y
no encontrar, francamente, una forma adecuada de guiarla en lo que,
definitivamente, será su primer corazón
roto.
Para cuando SooYun encontró
a su madre, sin que su padre
estuviera pegado a él, cerró uno de los salones incluso con llave.
— ¿Qué sucede,
cariño?
— Omma.
— Sí.
— Tuve mi primer
celo.
El castaño ahogó un
grito de sorpresa.
— ¿Estás segura?
SooYun asintió.
Y solo entonces el mayor
se dio cuenta de la particular variación en el aroma de su hija.
— ¿Ha pasado ya?
— Bueno, no diría
que ha pasado.
— SooYun. — Kim le
nombró. Un tono de advertencia sonó en su dulce voz.
La gemela Park
aclaró la garganta, estrujó sus manos con nerviosismo.
— Ese olor, el que
ligeramente se ha mezclado con el tuyo. Es de Nima, ¿cierto?
La muchacha desvió
la mirada, sumamente avergonzada. Pero asintió finalmente. El castaño largó un
suspiro.
— ¿Qué tan lejos
han ido?
— Todo el camino, omma.
El castaño parpadeó
varias veces. Estaba sorprendido.
— Creí que él no te
gustaba.
— No me gusta.
— Pero cariño…
— No me gusta, pero…
de alguna manera, pensé bastante en él en esos 18 años. Y con mi celo, yo solo,
no tuve control.
— ¿Y qué pasó al
final? Después de que lo hicieron.
— ¿Te refieres a si
de pronto somos pareja?
Kim asintió.
— Eso no sucedió,
omma. En realidad, fui yo quien dijo que había sido un error. Y lo fue, sucedió
solo por instinto, y porque él casualmente estaba ahí. No necesito formalizar
nada solo porque tuvimos sexo una vez.
El castaño abrió la
boca. Y la cerró de nuevo sin que ninguna palabra saliera de ella. Está contrariado,
quizá un poco decepcionado también.
— Omma, ¿estás enojado?
— Estoy
sorprendido, cariño. Eres mi preciosa hija, deseaba que tu primera vez fuera un
poco más romántica. Ya sabes, tengo esa vena. — Dijo, sonriendo con un poco de vergüenza.
No. La muchacha lo
comprende.
Está decepcionado. Preocupado.
— Lo siento, omma.
— ¿Por qué te
disculpas?
— Ha sido mala suerte,
¿verdad? — Dijo ella. Buscando algún consuelo quizá.
— Lo ha sido,
SooYun cariño. ¿Qué quieres hacer ahora?
— Nada. Yo, solo
quería decírtelo, omma. Pero, que papá no sepa, ¿sí? Lo conozco, perderá los
estribos, buscará pelea con Nima.
…
Como el padre
orgulloso que es, el Diurno está más que fascinado con las habilidades de pelea
de su hija. Pero más que eso, está orgulloso de su madurez, de su belleza. Del enorme
parecido que tiene con su madre. Joo
Min es esbelta, con un impresionante 1.73 de estatura, largo cabello, negro
como el de su madre, pesado y
brillante, una sedosa cascada que llega a su cintura y que generalmente usa en
coleta o trenzado. La tez es lechosa, pero no tan nívea como la de Jaejoong, aunque
sí tiene esos mismos labios gruesos, rojos como cerezas. Cejas finas, largas
pestañas.
— No quiero darte a
DongSun.
— ¡Papá! Ya te he
dicho que DongSun y yo no estamos saliendo.
— Pero quieren, se
les nota.
Las mejillas de la
joven Jung se encendieron con un tierno rubor rosado.
— ¿Te ha cortejado
apropiadamente?
— ¿Qué significa “apropiadamente”?
— Que no te ha
besado, ni siquiera agarrado la mano. Que ha sido súper respetuoso, te da
flores, te habla bonito. Ese tipo de cosas.
— ¿En qué siglo te
quedaste, papá?
A Jung se le crispó
el vello, y una venita le saltó en la sien. Joo Min sonrió. Su madre ingresaba al comedor, ha preparado
unas bebidas para compartir mientras conversan.
— Jaejoong.
— ¿Qué? ¿Por qué el
tono severo, Yunho ah~?
— DongSun no ha
cortejado apropiadamente a Joo Min. ¡Y ella lo acepta tranquilamente!
— Oh. — El vampiro pelioscuro
sonrió. Está divertido. Se acomoda un mechón que rebelde permanece fuera de la
media coleta en su nuca, acomoda las bebidas delante de cada uno, mira a su
hija, luego a su amante. — Es solo que, las cosas son diferentes ahora, Yunho.
— No aceptaré esa
relación si mi hermosa princesa no es cortejada apropiadamente.
— Yunho ah, amor.
¿Te recuerdo cómo tú me cortejaste?
El Diurno aclaró de
inmediato la garganta. Tomó de su bebida. Y luego no tuvo más remedio que dar
su visto bueno al prospecto de pareja
de su hija.
…
Aquella era la
primera noche en que todos, absolutamente todos han coincidido para compartir
la cena. Han improvisado mesas y sillas en uno de los jardines, antorchas y
fogatas alumbran el lugar, además de la redonda y brillante luna en el cielo
estrellado.
Es la última noche
en el castillo, el día siguiente los clanes aquí reunidos saldrán finalmente. Se
desatará la guerra contra Luken.
Min Jee se sienta
junto a Lotus. Le ofrece una copa de vino y sus ojos se encuentran con una
complicidad inusitada. Chocan las copas y al tocar el vino con los labios, una
chispa de renovada atracción se enciende entre ellas. Cuando la trilliza toma
la iniciativa y le besa, nada les importa ser vistas o los vítores que lanzan
los más jóvenes. Mi Young aplaude, Kenji sonríe feliz por su hermana, igual que
Tenshi. Chiasa se mantiene al margen. No solo de la repentina relación de su
hermana, sino también de sus hermanos, de su madre. De todos.
Solo los ojos de
Mokomichi permanecen sobre ella todo el tiempo.
Y la menor
Ogazawara lo sabe.
El vampiro morocho
también.
Esa noche suceden
muchas cosas. No todas pueden ser contadas de inmediato. Es el beso de Min Jee
y Lotus, de lo más sobresaliente. También lo es el valor de Keitaro para
pedirle al vampiro-gladiador autorización para salir con una de sus hijas,
Olivia. DaeHyun y Emma se sonríen clandestinamente.
Aquella noche nadie
duerme, pero entrada la madrugada, la luna se pinta de rojo. Los lobos aúllan,
los vampiros celebran bebiendo sangre. Los híbridos comparten ambas partes. Parece
un ritual.
Un ritual de batalla.
…
Cuando el resto
decide descansar un poco antes de que la noche llegue de nuevo, Chiasa sale a hurtadillas
del castillo, se mueve sigilosa, en absoluto silencio, por el bosque, cuando lo
atraviesa y deja atrás a los suyos, ella fortalece la barrera mágica de
protección. Es instintivo. Quizá por la sangre en sus venas.
Sin embargo, no se
ha marchado sola. Mokomichi le sigue.
— Eres un verdadero
padre, Hayami-san.
— No te sigo por
eso, Chiasa. Es porque no puedo dejarte marchar sola. Sé lo que tramas.
— ¿Sí? — Chiasa
dice, es irónica, mordaz.
Mokomichi no se
inmuta.
— Sabes dónde está
Luken. El original.
— ¿Siquiera vive
todavía?
— Sabes que sí.
— Aunque así fuera.
No tendría caso que fuera tras de él. Actualmente cualquiera de sus clones es
igual de peligroso. No me arriesgaría por algo tan tonto.
— Mientes. Es exactamente
lo que has querido que todos crean desde que eras una niña. Porque entonces tu
pensamiento adulto ya estaba en la mente de la pequeña Chiasa. Pero, no puedes
engañarme a mí. No cuando tanto has influido en mi destino.
La menor Ogazawara
finalmente se detuvo, encarando al teriántropo.
— Este universo, ¿realmente es el mejor? ¿Tales
precios lo valen? Primero la muerte de tu verdadero padre, después decides
darles hijos a los otros clanes para usarlos como tu ejército, y al final te
alejas de los tuyos. Chiasa, el alma de tu padre sigue perdida en algún punto
entre este mundo y la muerte, ¿cierto? Encuéntrala, y tráelo de vuelta. Mi
cuerpo puede sanar, pero mi alma se extingue, Chiasa.
— No. Hayami, no
puedo.
— Si puedes,
Chiasa.
— ¡Pero no quiero!
¿De qué servirá todo el daño ocasionado si ahora traigo de vuelta a papá
Kenryu? ¡Sólo destrozaré otra vez el corazón de omma y mis hermanos!
— ¿No sigue
destrozado el corazón de ChangMin?
— ¡No! ¡Por qué
sigues aferrado a la idea de que omma solo piensa en papá Kenryu! ¡Y qué
demonios quieres decir con que tu alma se extingue! ¡Eres uno de los más
poderosos! Tu poder es casi igual al mío.
— No estoy seguro,
Chiasa. Pero lo sé. Tal vez es porque no he terminado de encontrar mi lugar,
porque la sombra de tu padre me persigue a pesar de todo, porque no hago feliz
a ChangMin, porque 18 años en esa isla parecieron arrebatarme la poca seguridad
que construí cuando hice el amor con tu madre
aquella noche. Porque no podré tener hijos con él, nunca tendré legado a su lado.
La muchacha dio un
paso al frente. Sus ojos han vuelto a ser tan fieros como antes. Mokomichi ni
siquiera pestañea.
— Chiasa, Hayami.
Es esta voz la que provoca
un vuelco en el corazón de ambos.
El vampiro morocho
les mira a unos pasos.
Esos ojos oscuros
cruzados de azul índigo imponen cierta voluntad.
Chiasa da un paso
atrás, muerde su labio inferior y actúa, por primera vez en largo tiempo, como
la jovencita que es y que está a punto de ser reñida por su madre.
Mokomichi ancla sus
ojos en los del vampiro. Es su voluntad la que dañada.
Continuará.
Actu con sabor a "montaña rusa", o al menos así sentí mientras lo escribía.
Se vienen cosas que finalmente serán "círculos cerrados".
Espero que les haya gustado la actu~
Mil gracias por seguirse pasando y dejar bonitos comentarios~
Ya Ne!
Ushggkkshgf tantoa hijos que siempre quedo @.@ waaaaaaa al menos le dijo papa a yoochun *-* hahah yunho como se atreve despues de todo lo que hizo xD jaggfjalka quiero a la linda chiasa de vuelta ToT
ResponderEliminarPff! Me duele el corazón con el HayaMin, no son felices aunque se quieren, YooSu y YunJae muy bien, con problemas pero todos típicos de una familia, espero que ChangMin tenga mas disposición y vaya por Hayami que tanto lo ama, muchas gracias por retomar está historia, la había extrañado mucho, y la estás continuando hermosamente, mucho animo!! Aquí te esperamos con más capítulos! 😘
ResponderEliminarLos aaaaaamo xD Chung Hee!! le dijo Papá <3 aaaay Yoochun xD Necesito saber que va a pasar con Chiasa, ah, me cae tan mal ahora
ResponderEliminarcapi nuevo!!!!
ResponderEliminarla familia park-kim va encontrando su cause... chun es tan lindo en modo celoso de la familia!!!....
XD ya salio a relucir la actitud y metidas de pata de los semes... que problemas tendran de aqui en adelante???
hay hayami y chiasa, min es muy listo era obvio que algo paso y que no siempre se debe sacrificar uno por el bien de todos hay muchas otras mas salidas....
adore el capi.... matta ne... <3
No inventen, que lamentable sería q desapareciera hayami... ya era aceptado y querido por todos como para que desaparezca T-T
ResponderEliminarChiasa en serio saca de onda.
Definitivamente la hija del Yunjae debe ser preciosa si se parece a JJ *-*
Me encantan los celos de YH y YC xD son unos tontos jajaja xD