Capítulo 8.

CAPÍTULO VIII. I SHELTER YOUR PAIN WITH MY LOVE

No ha sido realmente que no esperaran este ataque, después de todo Yunho ha estado informándose bien prácticamente de cada movimiento en los diversos clanes de vampiros y licántropos, conoce también “el talón de Aquiles” de los mortales más poderosos alrededor del mundo, y aunque Luken hasta ahora ha conseguido ir un paso por delante de ellos, se ha asegurado (desde el casi secuestro de Chiasa) de fortalecer su defensa. Que Luken comandara un ejército de inmortales y mortales frente a las puertas del Palacio del Este solo era una de las opciones que el Diurno había esperado.

— Aunque se movió más rápido de lo que esperé.

Y es que apenas han tenido tiempo para apostarse alrededor del Palacio y defenderlo. Le preocupa sin embargo su hijo HyunShik, y aunque confía en las habilidades de Byung Hyun y de su propio hijo, la sensación de angustia no le dejará tranquilo hasta que puedan reunirse todos. Y sabe que Jaejoong debe sentirse de la misma manera.

— Quien me sorprende es Mokomichi. ¿Cómo llegó tan rápido hasta aquí? ¿Y qué clase de transformación tan imponente es esta? Incluso yo lo pensaría dos veces antes de enfrentarlo.

Pensar sobre los hechos actuales no era demasiado importante. Pero resultaba que el ejército apostado frente a las puertas del Palacio no ha realizado tampoco ningún movimiento, probablemente estaban analizando la defensa del Clan Jung-Kim y el Clan Park-Kim. O quizá estarían intentando ubicar a los más jóvenes puesto que los mayores están seguros de que Luken está ahí, una vez más, en búsqueda de sus hijos.

Dentro, mientras ChangMin buscaba a Chiasa en todas las habitaciones, con el corazón desbocado y el miedo contrayendo sus entrañas, la pequeña ha tenido una experiencia sinigual.

Se ha encontrado con Kenryu.

De una forma extraordinaria.

Tal como el híbrido le ha dicho, ha sido capaz de conectar el presente y el pasado en un espacio entre ambos tiempos. En esencia, Chiasa había creado un puente dimensional entre ambos, y logrado aquello que desde hace algunos días hubiera deseado tanto. Conocer a su padre.

Para el Kenryu del pasado, el híbrido que en el presente era todavía un doloroso recuerdo para su amante y sus otros hijos, que su hija hubiera conseguido tal proeza era una muestra más que evidente del alcance de sus verdaderos poderes.

— Chiasa, cuando vuelvas con mami podrías entregarle un mensaje de mi parte.

— Chiasa le dirá todo lo que papi Kenryu le pida.

— Que buena niña, gracias. Entonces, acércate, te lo contaré en secreto.

Anonadado y demasiado feliz por la oportunidad que su hija le ofrecía incluso si era única vez, el híbrido estuvo cerca del llanto cuando fue capaz de tocar a su hija, de cargarle en brazos y susurrar en su oído unas cuantas palabras. Le besa la frente y las mejillas con devoción, le acarició el cabello y la miró con todo el amor tan propio de un padre que ama a su hija.

— ¡Chiasa! — La voz del vampiro morocho hizo entonces un poco más de eco en esa “burbuja temporal”.

Y Kenryu no tuvo más remedio que renunciar a la cercanía, a la oportunidad que sabe en su tiempo apreciará más que nada en el mundo. Oportunidad que Chiasa conservará en su memoria para la eternidad.

— Date prisa, Chiasa. Ve con mami.

— Chiasa promete amar mucho a papi Kenryu de ahora en adelante. Pero, ¿Chiasa puede amar también a Moko-chan?

El híbrido sonrió con un dejo de tristeza. Tantas cosas, tantos recuerdos, tanto cariño que no podría tener con su pequeña. Con su familia. Una lágrima corrió, y le siguieron otras más.

— Claro que puedes, Chiasa. Vete ya, cariño. — Pidió, sintiendo el nudo en la garganta, el pesar de la muerte inminente que todavía le aguardaba en su tiempo.

La pequeña hizo un mohín cual si fuese a llorar también. Alzó sus manitas con la intención de limpiar las mejillas de su progenitor cuando el llamado de su mami hizo eco.

— ¡Chiasa! — El crujir de la puerta al abrirse rompe la “burbuja temporal” que Chiasa había conjurado (aunque todavía no se sabe cómo). — ¡Oh, Chiasa! — Aliviado de encontrarla, el vampiro morocho corre hacia la pequeña y le abraza.

Percibe sin embargo un aura diferente en el salón. Mira alrededor con sus agudizados sentidos en alerta y lo huele.

— ¿El aroma de Kenryu? — Murmura para sí, aclara la garganta y carga a su hija en brazos. — No, no. Estoy teniendo alucinaciones olfativas.

— Mami, conocí a papi Kenryu. — Chiasa dijo con tono suave, sujetando el rostro de su progenitor por las mejillas, cual si temiese que no la escuchara más.

— ¿Q-qué?

— Conocí a papi Kenryu.

— Chiasa eso no es posible…

— ¡Pero Chiasa lo hizo! Papi Kenryu estaba muy triste, Chiasa es inteligente y pudo verlo en sus ojos. Y él tenía muchas heridas por todo el cuerpo. Pero mami, ¿por qué papi Kenryu estaba herido? Siempre le has dicho a Chiasa que nosotros sanamos muy, muy rápido.

El vampiro morocho tragó hondo de nuevo. ¿Era realmente posible que su hija haya tenido, de alguna forma, un encuentro con Kenryu?

— Chiasa, dile a mami dónde viste a papi Kenryu. ¿Estabas soñando con él? ¿Lo has soñado antes?

— No fue un sueño. Chiasa de verdad estuvo con papi Kenryu. Papi Kenryu me abrazó y me pidió volver, dijo que Chiasa tenía que ayudar a mami y a Moko-chan.

— ¿Papi Kenryu dijo eso?

La pequeña asintió vigorosamente. ChangMin todavía estaba demasiado perplejo e incrédulo.

— Papi Kenryu también pidió a Chiasa darle un mensaje a mami.

— ¿Para mí?

— Sí. Pero es un secreto, así que tengo que decírtelo al oído, mami. — Convencida de que debía hacer lo mismo que su padre, la pequeña abrazó el cuello del vampiro y le dijo en voz baja las palabras que escuchara del híbrido… — Luken no obtendrá lo que desea. Hayami llegó antes, él tiene la sangre de la Bruja de Jade.

El rostro del vampiro estaba desencajado. Tales palabras no podían ser fruto de la imaginación de su hija.

— Mami, no he terminado de decirte.

— ¿Qué?

— El mensaje de papi Kenryu no ha terminado.

— Oh, ¿es así? Qué más debes decirme en su nombre, Chiasa.

La pequeña sonrió ampliamente (aunque en ese momento el ruido fuera de las paredes de este salón anunciara el inicio de la batalla), y volvió a acercarse al oído de su progenitor para susurrarle.

— Te Amo, sé feliz conservando vivo mi recuerdo. Pero ama de nuevo. — La pequeña se apartó y miró a los ojos a su progenitor… — Después él dijo el nombre de mami y derramó lágrimas. Chiasa quiso limpiarlas pero entonces papi Kenryu desapareció.

El vampiro morocho sintió débiles las rodillas, y cedió su peso cayendo al piso con ellas. Abrazó a Chiasa contra su pecho y sollozó también.

— ¿Mami? ¿Chiasa fue niña mala?

— Claro que no, cariño. — Sollozó, sorbiendo la nariz y limpiando sus lágrimas en tanto le separa y regala una sonrisa. — Mami está conmovido y feliz. Porque Chiasa conoció a su padre, y porque es una niña muy buena y bella.

El vampiro morocho le sonrió de nuevo, incapaz de más palabras en ese momento. Con un montón de preguntas en su cabeza. Pero el ruido de la batalla que ha comenzado le recuerda que no es momento de pensar en ello.

Así que se apresura a volver con los demás, reuniéndose primero con su hermano.

— ¿Chiasa está bien?

— Lo está.

— Tienes que reunirte con tus hijos como acordamos entonces. ¿Deberíamos buscar un refugio para Chiasa?

— No. Yo cuidaré de ella, hermano.

— De acuerdo. — Aunque el mayor de los Kim estaba un poquito renuente, ver la determinación en los ojos de su hermano le hizo saber que era mejor dejarlo hacer las cosas a su manera.

Fue así como el vampiro morocho se apresuró al encuentro de sus hijos.

Fuera del Palacio del Este, tal como el vampiro morocho había escuchado, la batalla había comenzado. Armas de fuego comenzaron a ser disparadas. Y licántropos a buscar traspasar la muralla que el poder de Jung, Park y Mokomichi estaba representando en ese momento. Los vampiros estaban rezagados, apostados en autos de guerra tales como un tanque y helicópteros de corte militar o bélico.

La distancia entre Jung, Park y Mokomichi de las puertas del Palacio era de al menos cincuenta metros, y tenían planeado no permitir que nadie la cruzara. Cada uno estaba defendiendo también una considerable distancia alrededor de sí mismo. Las espadas gemelas y pistolas de cañón corto de Jung estaban haciendo lo propio contra cada bestia que amenazaba su cuadrante, sus certeros movimientos, la velocidad de éstos y la forma en que parecía ejecutarlos cual si tuviera una estrategia, comenzó a frustrar al enemigo. De igual forma el Lycan Louxsna, cuyas poderosas garras y colmillos estaban encontrando acertadamente los puntos vitales de las bestias que se lanzaban contra él, destrozándoles el cuello, espina dorsal, arrancando extremidades y más, todo sin importar cuán cruel fuese o la sangre que manchaba ya su pelaje. Mokomichi hacía lo propio, pero en lugar de mantenerse detrás, estaba avanzando hacia las filas enemigas, con un blanco fijo, los tanques detrás que han comenzado a disparar sus cañones y ya han perforado uno de los muros del Palacio.

Allá, estratégicamente ubicado entre su ejército, uno de los clones de Luken ordena la intromisión a como de lugar. Y sucede entonces que los ataques llegan también por cielo, un bombardeo que sacude los cimientos del Palacio y amenaza con hacerle caer.

— Osan profanar el Palacio construido por mis antepasados. — Enojado, el vampiro de cabellos oscuros sisea una maldición antes de, tras usar como apoyo los muros de su hogar, se impulsa hacia arriba y en diagonal, entrando en uno de los helicópteros enemigos y dando muerte a todos sus ocupantes.

Abajo, Jung no se ha perdido detalle del movimiento de su amante, sonríe internamente y guarda en la memoria el momento. Encuentra demasiado seductora la energía de Kim cuando está fuera de control, luce más bello y poderoso.

El gemelo Jung imita a su madre, y va exterminando uno a uno a todos los intrusos que consiguen penetrar el Palacio, tanto por tierra como por aire. Chasquea la lengua y se siente inquieto cuando pierde a su novio de vista, pero no se desconcentra de la pelea.

— Espero que HyunShik al menos haya disfrutado bastante con Byung Hyun, o le dará rabia perderse esta diversión.

…

— Byung, no podemos solo quedarnos esperando. ¡Tenemos que ir al Palacio del Este!

— Recibí órdenes de tu padre, ¿quieres que lo contradiga?

— ¡Sí! ¡Con un demonio! ¡Contradícelo de vez en cuando! ¡Mi familia nos necesita!

El ninja suspiró, pero luego sonrió ampliamente.

— Eso quería escucharte decir. Ponte estas ropas, partiremos de inmediato, HyunShik.

El gemelo Jung sonrió radiante cuando vio uno de los trajes que su novio solía usar. Así que se apresuró en vestirse y salir junto a su novio rumbo a la batalla en el Palacio.

…

— Chiasa, mami estará muy ocupado ahora. Así que cierra los ojos por mí y concéntrate en la música, ¿de acuerdo? — El vampiro morocho dijo a su hija, mientras le colocaba unos auriculares inalámbricos en los oídos.

— Chiasa hará lo que mami pide.

— Buena chica.

— ¿Prefieres que uno de nosotros la cuide, omma? — Es Tenshi quien le ha preguntado, disparando un arma para acabar con tres vampiros que se aproximaban alrededor de ellos. Más allá, sus hermanas lucen entusiasmadas con sus espadas, cazando sin tregua.

— No. Me haré cargo, cariño. Ahora escucha, sé que has estado conteniéndote, pero tal vez sea momento de que transformes, Tenshi.

— ¿Y si pierdo el control?

— Sé que no lo harás? Yo confío en ti, hijo mío.

El híbrido asintió, dio unos pasos atrás y lo hizo. Adquirió la figura de la bestia aquella que tanto había provocado en el pasado. El Gen del Dragón que se mantenía latente en su sangre se activó de nuevo. Y la imponente bestia de gran tamaño y poder rugió a la luz de la luna.

En tanto, el vampiro morocho ha atado a Chiasa a su espalda, asegurándole el cobijo de su cuerpo, se colocó una gabardina y le pidió no asomar el rostro por ningún motivo. Así, con su pequeña resguardado bajo la ropa y contra su espalda, el menor de los príncipes vampiros del Clan Kim tomó otro de los terrenos en el Palacio. Pistolas, cuchillas, sables, cualquier arma le resultaba útil, incluso tomándolas de los que caían bajo su yugo. Pero sucedió que cuando su hermano se transformó en el híbrido con el gen del dragón, Chiasa sintió un calor fluir en su torrente sanguíneo y una luz cegadora atizar su visión. Sin que su progenitor se percatara de nada, la pequeña tuvo una visión. Y supo qué debía hacer a continuación, así que le habló lo suficientemente alto para que el morocho pudiera escucharle a través del ruido de la batalla.

— Chiasa debe ir con Moko-chan ahora, mami.

— ¿Qué? ¿Hayami?

— Sí.

— Mokomichi está al frente con mi padre y tío Yoochun. — Escuchó a Hyun Ki decirle a corta distancia. — Nos comunicaron cuando buscabas a Chiasa, tío.

El vampiro morocho indicó que le ha escuchado, y visto cuán parecido es Hyun Ki a su padre al momento de pelear. Amante de las espadas y cortes limpios, del uso de la fuerza corporal y una expresión incólume.

— ¿Por qué quieres ir con Hayami, Chiasa?

— Porque papi Kenryu me lo pidió antes. Y, Chiasa solo sabe que debe ir con Moko-chan. De prisa, mami.

El vampiro morocho suspiró, pero no dudó de las palabras de su hija. Sin embargo, cuando hizo por retirarse, se dio cuenta también de que el flujo de licántropos había aumentado, y Hyun Ki estaba solo alrededor. Así que no podía irse y dejarle. Pero en ese preciso momento la figura de Tenshi investido con el poder del gen del dragón apareció nuevamente en escena. Sus ojos negros cruzados de rojo ardiente cual brasas del infierno, buscaron la mirada de su progenitor, y el vampiro supo así que podía marcharse sin preocuparse por ellos.

— Bien, vamos allá entonces, Chiasa.

Mientras el vampiro morocho avanzaba entre escombros, cenizas y bestias desmembradas, al oeste el Animae Fata y sus lobos hacen lo propio en la batalla. El Animae ha usado su poder para desestabilizar las naves aéreas que sobrevuelan el Palacio, volviendo locos sus sistemas y obligándolos a retirarse o caer. Algunos de ellos han buscado el impacto en distintas partes del Palacio, derribando techos y muros o destrozando los bonitos jardines. Sus gemelos han estado peleando tanto en forma lobuna como humana, pero cuando un misil ha sido lanzado contra ellos y casi alcanzado a ambos, la explosión ha alcanzado a herir al gemelo.

— ¡ChulSoo!

— Estoy bien, SooYun.

— ¿Estás seguro?

— Sí.

La gemela de todas formas estaba preocupada, la herida había alcanzado justamente el vientre de su hermano. Pero ya que no ha sido grave, sanó rápidamente.

— Tal vez debas resguardarte, ChulSoo.

— Ni de broma. No soy débil, puedo cuidarme. — Dijo, e intentó demostrarlo disparando certeramente a un grupo menor de vampiros que se aproximaban. — Vamos, no te distraigas.

SooYun chasqueó la lengua obviamente inconforme. Después escucharon el aullido de Tenshi y el suelo cimbrarse. Un par de naves cayeron al sur, seguramente por su causa.

— ¡SooYun, ChulSoo! ¡Salgan de ahí! — Escucharon a su madre gritarles.

Pero cuando sus gemelos hicieron el amago de seguir su indicación pareció un poco tarde. Sobrevolando encima de ellos, una nave diferente a todas las anteriores se había quedado estática. Las compuertas en la parte inferior se han abierto y una cápsula lanzada. Los gemelos Park se transformaron en lobos con la intención de marcharse de ahí. La caída de la cápsula que había sacudido el suelo alrededor apenas consiguió tambalearles el equilibrio, pero nada que no pudieran evitar fácilmente.

Recorridos un par de metros más, el aullido de uno de los lobos se levantó por todo el Palacio, haciendo eco a lo largo y ancho.

— ¡SooYun! — El castaño se transformó de inmediato en el Animae Fata y corrió hacia sus hijos.

El gemelo había evitado el ataque, pero no su hermana. Las garras que alcanzaron a herir el costado de su lomo pertenecían a una bestia que emergió de la cápsula que cayera de la nave sobre el Palacio. Era parecida al híbrido, pero al mismo tiempo diferente. En altura superaba los 3 metros de altura, poseía un pelaje crispado color plateado y unas garras poderosas pero solo en las extremidades superiores; las extremidades inferiores estaban curveadas, probablemente por el peso y la altura, y sus patas parecían más las de un oso polar. Tenía músculos prominentes en la parte inferior del cuerpo, pero se veían menos obtusos en la parte superior. Esta bestia era probablemente uno de los experimentos genéticos de Luken. Y aunque no era tan poderoso como ellos, los había pillado desprevenidos.

El Animae Fata estaba por atacar a la bestia cuando alguien más se le adelantó. Un leopardo se había cernido directamente sobre la garganta de la bestia, y de una sola mordida le había arrancado la tráquea. La sangre de la bestia brotó de inmediato, y esta rugió de dolor, cayendo estrepitosamente al suelo, gimoteando unos segundos antes de regenerarse.

Al tiempo, el leopardo ha tomado forma humana por unos instantes. SooYun, que ha recuperado también su forma humana, lo reconoció.

— Nima.

— ¿Quién? — ChulSoo preguntó por inercia.

Mientras que el castaño estaba más enterado de la identidad de Kanesaki Nima. De todas formas, no era un aliado, pero todavía había salvado a su hija. Sin embargo, todavía se preguntaba qué hacía ahí.

Tiempo para las preguntas no había, sin descansos ni treguas, la batalla debía continuar. De la misma nave de antes cayeron varias cápsulas más. De cada una de ellas salió una bestia diferente, humanos genéticamente creados también. Algunos de ellos tenían habilidades de vampiro o de licántropo, pero ninguna parecía una creación “perfecta”, y estaban siendo aniquilados poco a poco.

A la familia Park (y Kanesaki) se han unido los trillizos. Kenji cruzó apenas la mirada con ChulSoo pero se notaba la tensión entre ellos. Naturalmente no han hablado del embarazo del gemelo Park.

En el transcurso de esta pelea, el vampiro morocho ha atravesado el Palacio rumbo a la entrada principal. Se sorprende al ver que al frente los muros están intactos y también los gruesos, viejos y pesados portones. Cuando estos se abren, el vampiro morocho siente que está realmente en una guerra. Y sus memorias viajan inconscientemente a la guerra contra Génesis y Yiang en Egipto.

— ¡Mami! — El llamado de su pequeña es suficiente para que él reaccione a tiempo y evada el ataque de un licántropo.

Más allá, casi llegando al fondo del ejército comandado por Luken, Mokomichi percibe el aroma del morocho mucho más cerca que antes.

— ChangMin. — Y vuelve la mirada instintivamente.

Le ve luchando contra bestias, recibiendo algunos disparos cuando no consigue esquivarlos. Se queja pero sigue adelante. Mokomichi sabe que las heridas que está sufriendo no sanarán con la normalidad propia del factor curativo del vampiro, ya que son balas especiales. Así que regresa sobre sus pasos y corre hacia ellos. Llega justo a tiempo para proteger con su propio cuerpo el del vampiro morocho. La sombra de su imponente figura le cobija, y él de alguna forma se siente aliviado.

— ¿Qué haces aquí, ChangMin? — Mokomichi le pregunta. Y su voz en la imponente silueta del nuevo híbrido es mucho más grave y áspera.

— Chiasa…

— ¡Moko-chan! ¡Aprisa, bebe la sangre de Chiasa! — Exclama la niña, asomando el rostro bajo la protección de la gabardina de su madre.

El híbrido se sorprende al verla, y de cómo eso explicaba por qué también había percibido su olor pero no la veía. Sin embargo, lo que la pequeña pidiera.

— Imposible. No soy un vampiro, Chiasa. Y además eres una niña.

— ¡Moko-chan tiene que hacerlo! ¡O mami morirá! — Dijo con más fuerza, sus ojos lacrimosos a punto de derramar lágrimas.

El vampiro morocho se levantó, viendo que a las espaldas de Mokomichi, Jung y Park los estaban cubriendo. Y que la espalda del japonés todavía estaba siendo escudo para ellos, recibiendo los disparos que estaban llegando hasta ellos.

— En realidad sí que eres vampiro, Hayami. Es decir, la sangre de Kenryu tenía ese don. Poseía el poder tanto de licántropos como de vampiros. Ahora tú debes poseerla también.

— Aunque sea así, morder a Chiasa…

— No necesitas morderla. Chiasa, extiende tu mano. — La pequeña obedeció, alargando su mano (aún en el refugio cálido de la espalda de su madre). — Voy a pinchar un poco, cariño. Saca la lengua, Hayami, derramaré las gotas directamente.

La bestia gruñó, pero visto que la mirada del vampiro morocho estaba determinada, obedeció también. ChangMin pinchó con una de sus filosas uñas el índice de su pequeña, y presionó luego alrededor para que fluyera la sangre. Algunas gotas del líquido carmín de Chiasa cayeron en la lengua del nuevo híbrido. Sangre que tragó en cuanto el vampiro morocho apartó la mano de su hija y lamió su dedo ayudándole a sanar.

Mientras el vampiro morocho preguntaba a su pequeña si estaba bien, todo lo que había alrededor de ellos desapareció para el teriántropo. Mokomichi se supo rodeado de nada más que oscuridad por unos instantes, después el sonido de una gota de agua cayendo sobre más líquido rompió la oscuridad y reveló una cortina de cristalinas aguas que lo rodeaba por completo.

— ¿Qué demonios? — Mokomichi se dio cuenta también, de que había recuperado su forma humana. Y que mirase donde mirase, solo había agua.

De pronto en un punto de la cortina de agua, ésta se abrió en dos, y una silueta femenina la cruzó. Ella parecía una muchachita, probablemente una adulta joven. Tenía el cabello largo distribuido en dos trenzas que caían sobre sus hombros, de un intenso café oscuro brillante, piel clara y grandes ojos cobrizos. Algo en la apariencia de esta jovencita le resultaba por demás familiar.

— ¿Quién eres tú y qué hago aquí?

— ¿Luzco tan diferente? Papi.

— ¿Chiasa?

…

En el interior del Palacio, las bestias y humanos genéticamente alterados continuaron atacando. Y en uno de aquellos ataques el gemelo Park ha sido alcanzado de nuevo, hiriéndole el costado superficialmente, en parte porque Kenji había llegado para ayudarle. De alguna manera toda la conmoción parecía estar haciendo estragos en el gemelo Park, le costaba concentrarse y se sentía mareado y nauseabundo entre los malolientes restos que iban dejando.

— ¿Est…?

— ¡El bebé está bien! — Exclamó por inercia. Muy probablemente por su propio temor cuando sintió el roce de las garras de una bestia en su costado, preocupado por su vientre.

— ¿Bebé? ¿Qué bebé? — El híbrido preguntó, honestamente sin entender con claridad.

Pero aún así, lo suficientemente centrado como para repeler todos los ataques que siguieron llegando, esperando a que su novio encontrase la voz para responderle. Para moverse y actuar.

— El nuestro, Kenji. — Dijo, apenas quedito y maldiciendo el momento que ha “elegido” para decirlo.

El híbrido cortó de una tajada la cabeza de la bestia y luego le disparó al corazón, pulverizando todo rastro del músculo. Han descubierto esa manera para evitar que se regeneren. Pero eso no era lo importante ahí, sino lo que su novio ha dicho.

— ¿Nuestro? ChulSoo, ¿estás embarazado?

— Sí.

— ¿Desde cuándo lo sabes?

— Al menos un par de semanas.

— ¿Por qué no me habías dicho?

— Es, complicado. Y este no es el mejor momento para hablar de eso.

— Pasaron dos semanas ¿y es ahora cuando dices que no es el momento para hablar?

— ¡No me presiones!

— De acuerdo, pero cuando terminemos esto definitivamente vamos a hablar, ChulSoo.

— Ng.

…

— Sí. Tengo 19 años ahora. Gracias a ti, papi.

— ¿Qué significa esto? ¿Es una ilusión? ¿Es porque probé de tu sangre?

La muchacha asintió.

— Pero no es una ilusión. No del todo. Y tampoco tenemos tiempo para explicaciones concretas. Así que necesito saber, Hayami-san, ¿estás realmente dispuesto a elegir el camino a lado de mi madre, de mi familia?

— Lo hice ya, cuál es la duda. Estoy aquí peleando por ustedes, Chiasa.

— ¿Quieres seguir peleando, aunque pueda costarte la vida?

— Mi vida es de ustedes. Pero planeo hacerla muy larga. Me gustaría verte crecer hasta ser la mujer que tengo enfrente. ¿Por qué necesitas preguntarlo, Chiasa?

— Porque estoy por despertar tu verdadero poder. El que mi padre Kenryu te cedió. No solo como híbrido, sino también como híbrido-dragón. El gen del dragón que ha permanecido latente en la sangre que mi padre Kenryu te dio, no ha mostrado su verdadero potencial. Mi hermano Tenshi no puede explotarlo por el pacto de alma que hizo con Hyun Ki. Pero tú, eres capaz. Y tu habilidad teriántropa te hace más resistente a él.

— ¿Resistente?

— La muerte llegó demasiado pronto para mi padre Kenryu porque usó el poder del gen del dragón demasiadas veces. Sin un cuerpo que pudiera resistirlo.

— Pero yo puedo.

— Sí.

— Entonces hazlo. Actívalo o lo que sea.

— Incluso si intentas renunciar en algún momento en el futuro, este destino ya no puede ser cambiado.

— No voy a renunciar.

La joven se acercó a Mokomichi, y posó sobre su frente el dedo índice, murmurando algunas palabras que el japonés no entendió pero que hizo hervir su sangre por instantes. Dolía, pero al mismo tiempo lo hacía sentir distinto, capaz de todo.

— Cuando vuelvas, mi yo infantil no tendrá conocimiento de esto, y es preferible que sea así. Tampoco se lo digas a mi madre.

— ¿Por qué?

— Ya estoy alterando demasiado el tiempo. Y lo he hecho solo porque el futuro que vi donde Luken triunfa, es peor que un infierno, es más que destrucción y caos.

— De acuerdo. Hazme volver, Chiasa. Y te aseguro que haré hasta lo imposible por derrotarlo.

— Antes de que te marches, papi. Hay algo más que debes saber.

— ¿Qué es?

— Fuiste tú quien me dio este poder.

— ¿Qué?

— Me ofreciste la sangre de la Bruja de Jade cuando yo tenía apenas unos meses de nacida.

— Eso es imposible. Te conocí como eres ahora, tienes dos años de edad.

La joven sonrió.

— No es así. Confía en Nima, y recordarás.

— Chiasa…

Cuando la cortina de agua se desvaneció y la escena bélica se abrió paso de nuevo ante sus ojos. Mokomichi continuaba envestido por la transformación del nuevo híbrido, pero estaba listo para ir por mucho más. Dio media vuelta (dándole la espalda a un confundido ChangMin) y aulló tan fuerte y alto que parecía tener altavoces integrados en su garganta.

El aullido sin embargo pronto mutó por un rugido más profundo y severo. Era la voz de un dragón. Y de la figura del nuevo híbrido comenzó a emerger una energía nebulosa que rápidamente se extendió por los terrenos del Palacio. Esta energía nebulosa tenía la forma de un enorme dragón, con una larga cola espinosa y piel escamosa, con prominentes cuernos sobre la cabeza y unos ojos refulgiendo como relámpagos y centellas. Todo licántropo y vampiro, o bestias genéticamente alteradas, sintieron miedo ante la presencia de este dragón nebuloso, y por instinto comenzaron a retirarse.

Luken por su parte, jadeó impaciente.

— Así que este es el verdadero poder del gen del dragón. ¿Pero cómo es posible? Apenas averigüe que tal poder no podía ser despertado a menos que una bruja lo activara. Y no encontré nada en el Museo de Nubia cuando fui allí. — El loco científico y licántropo achicó la mirada… — Eso significa que uno de ellos la tuvo. La sangre de mi madre.

Cuando Luken se retiró con lo que quedaba de su ejército (menos de la tercera parte), del Palacio del Este tampoco quedaba mucho en pie. Y el dragón nebuloso continuaba apostado sobre sus terrenos. Los mayores estaban asombrados, los más chicos también, pero por sobre todo estaban excitados por el poder de Mokomichi.

— ¡Eso fue fantástico!

— ¿HyunShik? ¿Cuándo llegaste?

— Justo a tiempo para no perderme el final, hermano.

— Te dije que no vinieran, Byung Hyun. — El Diurno siseó, mirando de mala gana al ninja.

— ¿Sabes cuán difícil es evitar lo que tu hijo quiere? Y no podía hacerlo de todas formas, jamás nos habríamos perdonado si algo peor sucedía.

— El Palacio que durante siglos mi padre cuidó muy bien, hoy he visto ser prácticamente destruido.

— Era inevitable, Jaejoong. Won Dae lo entenderá.

— Lo sé. Nuestras vidas son más importantes. Aún así, era el último lugar seguro al que podía llamar hogar, Yunho.

— Encontraremos otro. Mientras tanto, ya sea Nínive o Derek, necesitamos ayuda. Y que Hayami nos explique qué es este poder.

Los Jung-Kim sin embargo tendrían que esperar, puesto que Mokomichi estaba ocupado respondiendo las preguntas de las trillizas, ChangMin se daba cuenta de que Chiasa se había dormido otra vez, y Kenji se había apartado un poco junto a ChulSoo.

Por otro lado, entre los Park-Kim había un solo lobo iracundo. Todo porque al azabache nadie le ha explicado por qué hay otro invitado presente.

— ¿Y éste quién es, Junsu ah?

— Ah, Yoochun, no te alteres.

— Está revisando las heridas de SooYun.

— Sí. Es doctor, sabes.

— Me importa un carajo. Me resulta bastante familiar. — El azabache lo miró mejor, y repentinamente lo recordó… — ¡Eres Kanesaki Nima!

—  Lo soy.

— ¿Quién carajo te dijo que podías quedarte como si fueras bienvenido?

— No soy enemigo de ustedes en realidad, así que vine para solicitar una audiencia con el actual Adalid del Clan Kim, Kim Jaejoong.

— Puedes hablar libremente, no tenemos secretos. — El vampiro pelioscuro dijo, el Diurno apostado a su lado, sus gemelos también.

Por supuesto, le respaldan los Park-Kim, los Ogazawara, el ninja-vampiro, el teriántropo.

— Conozco la forma de deshacernos de Luken.

— Lo hablaremos, cuando nos hayamos movido a un lugar seguro.

…

Ulsan, Alpes de Yeongnam

En las profundidades de la cadena montañosa, se encuentra una de las casas de seguridad del Clan Kim. Ahí donde han venido para resguardarse en tanto trazan una estrategia adecuada para ir contra Luken.

Mientras los mayores se han encerrado en un salón junto a Nima y Mokomichi, los más jóvenes no tienen más remedio que esperar. Tenshi y Hyun Ki juegan con Chiasa para luego llevarle a dormir. HyunShik junto a SooYun, Min Hee y Mi Young se comunican con Nínive y Derek para informarles de la situación.

Y ChulSoo con Kenji ocupan otra habitación. Lo que iniciaran en Seúl debía continuarse.

— ¿Por qué no me lo habías dicho, ChulSoo?

— Yo… estabas tan raro, y yo asustado y molesto.

— ¿Estabas asustado? ¿De mí?

— Sí. De tu dolor, de tu tristeza y de tu ira. Y estaba enojado conmigo por no saber qué hacer para ayudarte, y lo estuve contigo porque solo tuviste sexo conmigo durante aquellas semanas.

— Jamás he tenido sexo contigo, ChulSoo. Lo siento por haberlo hecho sentir así para ti. Pero incluso en esos días, cuando estaba contigo, era un alivio para mí. Fui egoísta, sin embargo. Porque pensé solo en mí, y no en ti, en cómo estaba haciéndote sentir.

— Kenji, yo no sentí tu amor. Solo tu dolor. Concebimos a este bebé así.

El trillizo miró a su novio, intentó descifrar todo lo que estaba diciendo y aun más lo que no decía. Le tomó las manos y besó sus nudillos, suspiró y volvió a fijar su mirada en él.

— ¿No lo quieres, ChulSoo? ¿Es eso lo que estás diciendo?

— Yo, lo pensé. Kenji, realmente pensé que no lo quería. Pero ya no más, yo realmente lo quiero. Pero todavía pesa en mi corazón lo que dije antes, lo que sentí. O pensar que fue concebido en un momento tan difícil para ti.

— Pero te amo, ChulSoo. Incluso si estaba sufriendo por la muerte de mi padre, incluso si pareció que te busqué solo para aliviar con tu cuerpo mi dolor, yo te amé, ChulSoo. Y no he dejado de hacerlo.

— ¿Pero estás feliz?

— ¿Qué?

— ¿Estás feliz sabiendo que tendremos un bebé? No pareces feliz.

— Ah, ChulSoo… — El trillizo le abrazó fuerte, maldiciéndose por todo… — Soy feliz, es solo que estaba preocupado por lo que sientes y piensas. Porque no te he dejado ser feliz con este maravilloso pasaje de nuestras vidas.

— No me gusta cómo has cambiado, Kenji. No me gusta en qué nos estamos convirtiendo.

— ChulSoo…

— ¿Y si no es nuestro destino estar juntos?

— ¡Basta! — El trillizo le apartó, mirándole seriamente a los ojos. A esos ojos de cachorro temeroso que el gemelo Park le mostraba. — ¿No me amas?

— Te amo, Kenji.

— ¿Entonces por qué estás dudando ahora, ChulSoo? Cambiar es normal, no vamos a ser los mismos para siempre.

— Pero…

— ¿Qué? Voy a disculparme por la forma en que te traté y en cómo te hice sentir inseguro respecto a mis sentimientos por ti. Pero no voy a disculparme por lo que hecho por mi familia y el Clan. Y no voy a dejar de cambiar. Tenemos que hacernos más fuertes, protegernos mutuamente. ChulSoo, ya no podemos depender de la protección de nuestros padres. Tarde o temprano ellos no estarán, pero tendremos a nuestros propios hijos, nietos quizá. Pueden pasar décadas o siglos, pero tenemos que comenzar a valernos por nosotros mismos, y eso significa cambiar.

…

— Digan a Jaejoong y los demás que les estaremos esperando aquí. Nuestras instalaciones son seguras.

— Gracias, tío Reid y tío Derek, les diremos en cuanto terminen su reunión.

— Bien. Hablaré con Nínive, lo mejor será que ella venga también. No se tomen demasiado tiempo, cuando antes estén aquí será mejor.

Cortada la comunicación con Reid y Derek en Virginia, los jóvenes se quedaron sin tema de conversación. Aunque hubiera mucho de qué hablar. Estaban inquietos por la conversación entre los mayores.

— ¿Así que ustedes se conocen?

— Hayami y yo pertenecemos al mismo Clan. Él era mi mano derecha.

— Como te dije cuando nos vimos en Seúl. No confío en ti.

Continuará.

P R O X I M A M E N T E

CAPÍTULO IX. THE DECLINE OF WHITCHES